Estamos en pleno verano y es tiempo en muchos casos de reflexión, de descanso, de desconectar del trabajo y de emprender viajes y aventuras. Sin embargo, los meses de julio y agosto también son periodos para planificar, quizás con más calma, lo que se nos viene encima a partir de septiembre. Por ello, nos planteamos una serie de retos, que las empresas tendrán que afrontar con la vista puesta en Navidad para ser más competitivas.
La transformación digital
Es la madre del cordero en los tiempos que corren, y pese a que las empresas españolas no están mal situadas en este apartado aún queda mucho trabajo por hacer. Podemos definir la transformación digital como la adaptación de las cadenas de valor de los distintos sectores de la economía a ese efecto disruptivo que comienza con el consumidor digital.
Según un estudio de Paradigma Digital sobre la transformación digital en España, los sectores de telecomunicaciones y financiero son los que lideran la transformación digital, con una puntuación de 4,8 puntos sobre 10. No obstante, el sector financiero, con una mayor inversión en los últimos años, ha conseguido adelantarse en algunos aspectos. El sector retail, con 4,6 puntos, y el de seguros, con 4,5 puntos, copan la parte alta de la tabla. Por el contrario, en un nivel de principiantes se encuentran los sectores de medios de comunicación, con 3,9 puntos; Administración Pública, con 3,1 puntos; y sector energético, con 2,5 puntos.
No obstante, pese a que los nuevos proyectos se están abordando con nuevas tecnologías, un 80% de las empresas españolas mantiene aún tecnologías obsoletas. Además, casi la totalidad de las empresas españolas está enfocando la transformación digital como una renovación tecnológica, pero sin prestar la debida atención en el cliente ni en la evolución del mercado. Por lo tanto, una correcta transformación digital, enfocada correctamente hacia el cliente y prestando atención al mercado se antoja necesaria en muchas empresas como reto de cara a las Navidades.
Sólo un cuarto de las empresas considera que la digitalización abre la puerta a nuevos modelos de negocio y nuevas formas de relacionarse con sus clientes, por lo tanto un cambio de mentalidad en este sentido es conveniente.
La ultramovilidad
Aunque podría ser un apartado más dentro de la transición digital, es un aspecto bastante importante en el que las empresas están trabajando durante este 2018. Este concepto consiste en que consiste en que cada trabajador disponga de un dispositivo móvil como único elemento de puesto de trabajo, pudiendo trabajar con él de manera autónoma en movilidad o proyectar sobre una pantalla y teclado como puesto fijo, haciendo uso de un escritorio virtual.
Cada vez más empresas apuestan por la ultramovilidad, pero pese a todo, el desconocimiento provoca que muchas organizaciones sigan sin aprovechar las ventajas de esta tecnología. Por lo tanto, podemos considerar el de la ultramovilidad como el segundo reto que deberían afrontar las empresas antes de Navidad.
Aumentar el número de mujeres emprendedoras
Es algo que viene de atrás, pero hay que seguir trabajando en ello y quizás poniéndonos como horizonte finales de 2018 se puede trabajar en ello. La mujer ha aumentado en los últimos tiempos considerablemente su presencia en puestos de responsabilidad en diferentes ámbitos. Sin embargo, en el campo emprendedor su presencia no es tan notable. Con datos relativos al ejercicio pasado, a 2017, las mujeres sólo representan al 18% de los emprendedores a nivel nacional. Por ello, María Benjumea, fundadora de Spain Startup-South Summit, pronunciaba estas palabras hace unos meses. «Aumentar la cifra de mujeres emprendedoras sigue siendo una asignatura pendiente que tenemos que resolver entre todos los agentes del ecosistema emprendedor. Sobre todo, porque las startups lideradas por mujeres fallan menos: sólo 3 de cada 10 fracasan, frente al 58% de proyectos fundados por hombres”.
La internacionalización
Al igual que ha ocurrido en otros apartados, las empresas españolas han realizado bien su trabajo en este sector hasta la fecha, pero la recta final del año requiere trabajar aún más en la internacionalización. Hay que tener en cuenta que buena parte de las empresas se han mantenido durante la crisis gracias a las exportaciones, especialmente hacia Hispanoamérica, un mercado emergente, en el que la cercanía cultural e idiomática puede jugar a nuestro favor. Las empresas españolas tienen una gran reputación en el continente americano y nuestro país es uno de los principales inversores en la región.
Para que el proceso de internacionalización sea un éxito hay que tener en cuenta el reto de la financiación propia, para lo que hay que llegar a acuerdos con nuestros socios y limar las posibles diferencias. También hay que abordar la financiación ajena. Es necesario que las personas que presten su dinero para impulsar nuestra empresa a nivel mundial también nos presten su confianza. Para ello, el proyecto tiene que resultar creíble. Y por supuesto, aquí juega un papel fundamental el departamento de recursos humanos, ya que es el encargado de organizar la relación del personal con el país de destino. Existen varias opciones, entre las que destacan contratar personal de aquel país, destinar a empleados ya contratados o realizar viajes periódicos al destino para ir organizando el trabajo.
Mejorar la financiación
Este apartado está especialmente relacionado con las startups y hace referencia a la financiación en las fases iniciales. Es un apartado que es conveniente mejorar antes de Navidades. Es necesario profesionalizar el modelo de startups en España para permitir a los emprendedores financiar sus proyectos mediante fondos privados, bancarios, de capital riesgo o fórmulas de financiación alternativas. De este modo, con una buena base, sólida, se puede fomentar intensamente el crecimiento de las empresas emergentes en fases posteriores.
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