Quienes nos siguen desde hace tiempo saben de sobra que nos gusta probar nuevas aplicaciones que prometen revolucionar nuestra productividad. En parte porque parte de nuestro trabajo consiste precisamente en eso, tantear el mercado y recomendaros las mejores opciones; y en parte también porque no nos vamos a engañar, nos encanta.
2018 ha sido un año en el que nos hemos topado con gratas sorpresas. El editor de textos Typora, los renovados esfuerzos de Microsoft para su gestor de tareas Microsoft To-Do o la propuesta de productividad global que prometen los chicos de Notion. Sin embargo, ninguna nos ha sorprendido en la misma medida que lo ha hecho Dynalist, una aplicación tan sencilla (y a la vez tan compleja), que lo «único» que nos propone es que hagamos listas.
Dynalist tiene versiones tanto web, como para los principales sistemas operativos (Windows, Mac, Linux, iOS y Android). Su versión gratuita cubre prácticamente el 90% de sus características, mientras que su versión PRO cuesta 8 euros mensuales.
Minimalismo productivo
Los amantes del minimalismo y la «estética zen» tienen en Dynalist argumentos de sobra para darle una oportunidad. La aplicación se presenta como un lienzo en blanco, pensado para que demos rienda suelta a nuestra productividad.
Para ello nos propone crear listas, sublistas, listas dentro de sublistas… con el objetivo de ayudarnos a esquematizar cualquier proyecto que tengamos en mente, por complejo que sea. En este sentido, Dynalist puede encontrar casos de uso tanto para el que necesita un gestor de tareas, como para el que está preparando su tesis doctoral; para el que quiere una aplicación que le permita hacer mind mapping de forma sencilla, hasta para el que quiere organizar sus próximas vacaciones a Canadá.
Dynalist trabaja con tres conceptos fundamentales: carpetas, documentos y listas. Cada uno de ellos contiene al anterior. Pero a diferencia de un gestor de notas al uso, cada documento (nota) tiene una capacidad de crecer infinita. En su interior, la lista como elemento principal, se estructura como un acordeón capaz de crecer y contraerse según lo deseemos, mostrándonos solo la información que necesitamos.
Dentro de la lista, cada ítem como elemento único puede ser anotado, editado (admite sintaxis markdown), movido a otra lista o proyecto, completado (utilizando casillas de verificación), etiquetado (utilizando los hashtags # y @), o referenciado a otros elementos de la misma o de otras listas, a través de hipervínculos.
Exprimiendo Dynalist
Junto con las características anteriores, Dynalist incluye algunos extras, como son integración con Google Calendar, soporte para OPML (formato con el que trabajan la mayoría de las aplicaciones de mind mapping), posibilidad de realizar copias de seguridad en Dropbox o Google Drive, o adjuntar archivos (hasta 1 GB mensual los usuarios PRO).
Sin embargo el gran factor diferencial de Dynalist lo encontramos en el uso de atajos de teclado. Tanto, que aunque podemos limitarnos al ratón, aprendernos por lo menos los atajos más comunes es prácticamente obligatorio si lo que queremos exprimir algunas de las funciones más interesantes de esta App.
Esto quiere decir que Dynalist tiene una curva de aprendizaje…que no es todo lo suave que nos gustaría. Y no tanto porque el uso de la aplicación sea complejo (que no lo es), sino porque cuesta memorizar los atajos, o saber cuándo debemos utilizarlos.
Y sin embargo poco a poco, a medida que utilicemos la aplicación veremos cómo no sólo ahorramos una gran cantidad de tiempo, sino que realmente nos ayuda a ser más productivos…porque todo lo que necesitamos Dynalist nos lo ofrece sin necesidad de despegar las manos del teclado. ¿Te atreves a darle una oportunidad?
