Se ha hecho de rogar pero ya está aquí. Apple ha lanzado por fin de forma oficial la Blackmagic eGPU Pro, una solución gráfica externa que ya se puede comprar a través de la web de la compañía de la manzana con un precio de 1.359 euros.
Es una cifra elevada, tanto que prácticamente equivale al coste del nuevo MacBook Air, así que entiendo que más de uno de nuestros lectores se puede preguntar qué es lo que hace tan especial a la Blackmagic eGPU Pro.
Como dijimos se trata de una GPU externa, lo que significa que es una unidad que integra una tarjeta gráfica y que ésta se puede conectar sin problemas a cualquier equipo Mac, tanto portátil como de escritorio, que cuente con un puerto Thunderbolt 3. Dicho puerto permite disfrutar de una velocidad de 40 Gbps, lo que ayuda a reducir el cuello de botella que se produciría utilizando otros conectores, como el USB 3.0, y le permite desplegar casi todo su potencial.
A nivel de especificaciones la Blackmagic eGPU Pro monta una tarjeta gráfica Radeon RX Vega 56. Este modelo está basado en la arquitectura Vega de AMD y fabricado en proceso de 14 nm. Cuenta con 3.584 shaders, 224 unidades de texturizado, 64 unidades de rasterizado, bus de 2.048 bits y 8 GB de memoria HBM2. Es una solución muy potente, tanto que rinde más que una GTX 1070 de NVIDIA.
La Blackmagic eGPU Pro cuenta además con un acabado en aluminio y cuenta con una gran variedad de conectores: un DisplayPort 1.4, dos puertos Thunderbolt 3, cuatro USB 3 y un HDMI 2.0. Podemos utilizarla para cargar sin problema un MacBook mientras la utilizamos.
Disponer de una tarjeta gráfica externa como ésta puede ayudar a profesionales que tienen equipos sin GPU dedicada a sacar adelante nuevos desafíos profesionales y a disfrutar de una mayor potencia de computación en determinadas aplicaciones, y sin tener que afrontar el coste y la problemática de una renovación completa de sistemas. Ahí es, en resumen, donde reside su valor.