El año 2012, entró en vigor en Andorra la Ley de Inversión extranjera, lo que ha generado que Andorra se convierta en uno de los destinos europeos más atractivos para invertir, este proceso de apertura ha sido paulatino teniendo su culminación con la homologación a los estándares de los países de la OCDE, la firma de convenios para evitar la doble imposición y acuerdos bilaterales de intercambio de información fiscal (primero bajo demanda y ahora automático).
Según los últimos datos publicados, en Andorra existen 8.774 empresas que dan trabajo a 38.848 personas, siendo la dimensión media de la empresa andorrana 3,8 empleados y focalizada (en un 86,7 %) en el sector servicios, principalmente, turismo.
Ha sabido posicionarse como un referente a nivel europeo para atraer inversión extranjera. De hecho, según la consultora internacional Bradley Hackford, Andorra es el segundo país del mundo más atractivo para constituir tu empresa y el primero de Europa.
Pero, ¿qué ha hecho Andorra para convertirse en un país idóneo para constituir una empresa? El hecho en sí responde a una razón multifactorial, a mi juicio los más relevantes son: fiscalidad, costes de contratación y alto nivel de vida, aspectos que España debería tener en cuenta para mejorar la situación actual de las pymes.
Uno de los más relevantes por lo que respecta a la fiscalidad es la exención de tributación de los dividendos que cobra el socio residente fiscal en Andorra respecto de su sociedad andorrana.
Mientras que en la mayoría de los países de nuestro entorno (entre otros, España) se produce una doble imposición (se paga Impuesto de Sociedades e IRPF), en Andorra, una vez se ha satisfecho el Impuesto de Sociedades al 10 %, el socio puede retirar el dinero de la sociedad sin que éste sea sometido a una “segunda imposición” en su IRPF.
Por otro lado, los costes de la contratación laboral son inferiores a los españoles, como por ejemplo las cotizaciones a la Seguridad Social.
En efecto, mientras que en España el coste de la contratación, en términos de Seguridad Social, es de un 35 % en Andorra, sumando la parte imputable a la empresa (15,5 %) y la imputable al trabajador (6,5 %) es del 22 %, sustancialmente menor.
Y finalmente, aunque no son factores relevantes en esos términos económicos de los que hablábamos, conviene destacar el alto nivel de vida y la seguridad ciudadana. Andorra presume de tener uno de los mejores sistemas sanitarios del mundo, la posibilidad de escoger entre cuatro sistemas educativos diferentes para la educación de tus hijos y una seguridad ciudadana inmejorable.
Todos ellos son aspectos que se pueden tener en cuenta para aprender del pequeño vecino del norte con el fin de mejorar la situación de las pymes en España.
José Sansa, experto en negocios y abogado especialista en temas laborales y fiscales.
