La Ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, anunció hace unos meses la aprobación de la denominada Ley Rider, en España que, contradictoriamente, va a provocar la destrucción de miles de puestos de trabajo. La ministra de Podemos justificó la aplicación de esta normativa para acabar con los falsos autónomos, una figura muy utilizada por las plataformas digitales de reparto a domicilio.
Hoy entra en vigor dicha ley, pero trabajadores, empresas y asociaciones del sector llevan un tiempo preocupados por qué hacer. Por una parte, Deliveroo ya ha anunciado que saldrá del mercado español ante la nueva situación normativa en nuestro país, lo que dejará a miles de trabajadores en la calle, según algunas asociaciones, serán casi 4.000 puestos de trabajo que se perderán. En cuanto a Uber Eats, que sí ha anunciado su intención de seguir operando en España, comenzará a colaborar con subcontratados y autónomos, dejando en la calle a quienes no cumplan estos requisitos.
Por otro lado, según informan en 20minutos, diferentes asociaciones de Riders se quejan que la ley se ha tejido a espaldas del colectivo y lo único que va a conseguir es «destruir y precarizar puestos de trabajo». Esto afectará a autónomos, riders, consumidores y la plantilla de empresas.
«Hemos enviado más de 11 solicitudes de reunión y nunca fueron contestadas», indicó Gustavo Gaviria a 20minutos. De hecho, se han enterado por la prensa de cuál iba a ser su futuro. «Sindicatos, Riders x Derechos [asociación antiautónomos] y partidos de izquierda han estado celebrando la salida de Deliveroo como si fuese una gesta y no sé si se están dando cuenta de que están dejando a miles de personas paradas», ha lamentado.
Empresas de «última milla»
Con respecto a las empresas de reparto, como Stuart, conocidas por enfocarse en la «última milla«, han enviado un comunicado oficial, asegurando que seguirán apostando por el mercado español. La compañía cree que la mejor opción hubiera sido un modelo flexible, basado en repartidores independientes, «deseamos mostrar nuestro compromiso con el mercado español cumpliendo con los requisitos de la nueva legislación».
En este sentido, durante el periodo de transición, Stuart ya ha empezado un proceso de contratación directa de una parte importante de su flota. Al mismo tiempo, y como contempla la nueva normativa, «también contaremos con repartidores que provengan de flotas profesionales», han indicado.
Por otra parte, la compañía está promoviendo la creación de un convenio colectivo del sector que recoja las peculiaridades del modelo de reparto de última milla. «Entendemos, después de estudiar en detalle los convenios existentes, que es necesario un marco de relaciones laborales justo para los repartidores y que comprenda el modelo operativo de las plataformas digitales».
