Una startup se caracteriza por varios elementos: es una compañía que se encuentra en las primeras etapas de crecimiento, habitualmente su campo de desarrollo se sitúa en la tecnología, sin importar la industria a la que pertenezcan y las define su escalabilidad. Es decir, su potencial de crecimiento y expansión.
Es una organización que no se limita al ámbito local, sino que tiene la posibilidad de penetrar en los mercados internacionales porque el uso de la tecnología se lo permite.
Las primeras etapas son las más complejas que atraviesa, por lo que de forma natural sus fundadores se centran en actividades que consideran clave, como el desarrollo de producto, las ventas o el levantamiento de capital. Es poco probable que en este período se centren en la gestión de personal.
Sin embargo, cuando la compañía empieza a crecer, también aumenta el equipo de trabajo, por lo que es necesario estructurar mejor sus procesos en esta materia.
Los fundadores de las empresas necesitan ocuparse de las tareas directivas que les demanda su posición y desocuparse de aquellas en las que no son especialistas y que requieren contar con personal experto en las mismas, ya que conforme va creciendo la startup la gestión empieza a complicarse.
No hay que olvidar que la s startups tienen un alto potencial de crecimiento y que un escenario de este tipo vuelve a la organización demasiado vulnerable si no responde rápidamente a los cambios.
Los equipos requieren de mucha flexibilidad y con frecuencia los fundadores que pueden tener muy buenas ideas y una gran visión, no necesariamente tienen las capacidades de liderazgo o administración de una empresa en crecimiento.
Por otro lado, las personas que vayan a ser contratadas, requieren poder crecer a la par de la compañía. Es necesario, en el momento de hacer una entrevista de trabajo para contratación de equipo, no solo pensar en las habilidades que esa persona puede usar en el momento presente, sino en un momento futuro y que atienda a las nuevas necesidades que generen impacto en los objetivos.
Para ello, G2 Consultores, firma especializada en startups, comparte las siguientes recomendaciones:
1. Capacidad organizacional
En primer lugar, es necesario analizar y profundizar en la estructura actual de la organización aquellos aspectos necesarios para alcanzar los objetivos estratégicos.
Hacer un proceso de este tipo permitirá evaluar la capacidad operacional, su fuerza, alcance y todas aquellas áreas que requieren de mejorar o crecer. Evalúa las funciones, fortalezas, debilidades para detectar las áreas de oportunidad.
2. Políticas de capital humano
Mientras crece la empresa es necesario implementar políticas que ayuden a gestionar el personal. La plantilla aumenta y es necesario atender ciertas temáticas como la evaluación de los colaboradores, la cultura organizacional, el ausentismo, las vacaciones o como sucede hoy en día, la política del home office, entre otras.
3. Descripción y roles de puesto
Es necesario trazar un organigrama, definir cuáles son los roles del puesto y cuál es la descripción de cada uno de ellos, para saber quién le reporta a quién, cuáles son las funciones de cada uno y hasta dónde llegan, cuáles son las habilidades requeridas, las metas esperadas y los métodos de evaluación de cada uno.
4. Estrategia de reclutamiento
No se puede descuidar este punto, ya que es el elemento principal que te permite atraer talento, así como su puerta de entrada a la compañía.
5. KPI’s Key Performance Indicators
No es posible medir el alcance de los objetivos si no tienes métricas para hacerlo. Estos indicadores te ayudan a visualizar y gestionar el desempeño de cada uno de tus colaboradores en sus respectivas funciones.