Los trabajadores por cuenta propia saben que no pueden permitirse una baja por enfermedad o accidente, ya que eso significa no cobrar durante un tiempo. Una situación complicada que, sin embargo, tiene una sencilla solución, la contratación de un seguro de accidentes personales.
Estos profesionales tienen unas condiciones diferentes a los que trabajan para terceros, y cuentan con una serie de ventajas e inconvenientes. Conscientes de eso, las aseguradoras se han puesto manos a la obra para diseñar productos adaptados a este perfil, que en España son ya unos tres millones, de manera que se sientan cubiertos frente a posibles riesgos que pondrían en peligro su situación financiera, y la de su familia.
Accidentes y coberturas
A diferencia con lo que ocurre en el seguro laboral común, los seguros de accidentes para autónomos cubren tanto situaciones de viaje y ocio, como aquellos que ocurren en el ámbito puramente laboral. Es decir, que las coberturas son mucho más amplias que las estándar y ofrecen al trabajador un “colchón” frente a posibles eventualidades personales.
Estas serían las situaciones más comunes en los que se podría reclamar indemnización:
- Fallecimiento en caso de accidente cerebrovascular o miocardio. Según datos oficiales del ENSE, en el año 2017 se produjeron casi 27.000 muertes por enfermedades cerebrovasculares. Por su parte, según un estudio de la UCM, en los países industrializados, casi el 20% de la población activa sufre un trastorno cardiovascular en algún momento de su vida laboral. Estas cifras avalan la alta probabilidad que existe de que una persona se vea ante este problema de salud, aunque sea joven. Para no dejar a su familia desamparada de repente, estos seguros ofrecen indemnizaciones que pueden ascender hasta los 25.000 euros.
- Accidentes de circulación. En las coberturas de seguros por fallecimiento es muy importante leer la letra pequeña en cuanto a los motivos del mismo, ya que esto puede invalidar el derecho a la indemnización. En el caso de los seguros especiales para autónomos, los accidentes de coche con resultado de fallecimiento o invalidez son reconocidos por las compañías aseguradoras. Así, si el accidente provoca la muerte del tomador del seguro, sus beneficiarios cobrarán una cantidad. Si la cobertura también incluye la incapacidad, será el autónomo quien cobre una cantidad cada día que esté de baja por este motivo.
- Accidentes en general. Algunos trabajos tienen mayor dificultad física y riesgo que otros. El autónomo que tenga una labor que entrañe peligrosidad tiene que estar bien cubierto en caso de accidente. Por ejemplo, aquellos que se dediquen a trabajos verticales, los que trabajen con líneas de alta tensión o quienes puedan poner en peligro a terceros necesitan un seguro de accidentes a todo riesgo. También es importante incluir coberturas tanto por fallecimiento como por incapacidad.
En definitiva, los trabajadores por cuenta propia necesitan productos que les aseguren ingresos en caso de sufrir un accidente o, para cubrir los gastos de su familia, si hubiera fallecimiento. Los seguros que han sido diseñados para este colectivo incluyen accidentes que se produzcan en momentos de ocio o de trabajo ampliando, así, las coberturas tradicionales para el público en general.