La pandemia ha cambiado de manera notable la movilidad personal y la manera de relacionarnos con los automóviles.
Los vehículos de movilidad personal como bicicletas, e-scooters y ciclomotores de diversa índole han experimentado un crecimiento sin precedentes por motivos como la ansiedad que genera el transporte público masivo, el deseo de libertad y la necesidad de un medio de locomoción de bajo mantenimiento y fácil de estacionar y utilizar.
Estos vehículos representan un paso muy importante hacia la viabilidad del transporte público en todos los ámbitos, desde el logístico al humano pasando por la sostenibilidad medioambiental, situándose en el centro de la transición ecológica de las ciudades del futuro. La otra cara para los usuarios de estos vehículos es que, por la propia naturaleza de estas tecnologías, no gozan del mismo tipo de protección sobre su integridad física o de sus vehículos que los usuarios de automóviles o métodos de transporte colectivo tradicionales y pueden englobarse dentro del concepto de “Usuarios Vulnerables de Carretera” o, por sus siglas en inglés “VRUs” (Vulnerable Road Users).
En este nuevo escenario, empresas como Livall y Don Cicleto están creando un nuevo paradigma, donde las iniciativas empresariales ponen todos sus recursos y capacidad en la búsqueda de soluciones de gran alcance e impacto social.
Como startups españolas que están buscando redefinir la seguridad para los usuarios de VRUs desde diferentes ámbitos, las sinergias entre Livall y Don Cicleto son más que evidentes.
Livall es una tecnológica dedicada al diseño y fabricación de equipamiento de protección personal aumentada a través de tecnología digital, en forma de cascos inteligentes para bicicletas, patinetes y otras formas de movilidad personal. Seguridad preventiva que se anticipa al accidente para salvar vidas.
Don Cicleto cuenta con una red de aparcamientos seguros; refugios estratégicamente ubicados y especializados en proteger bicicletas y ofrecer máxima conveniencia a commuters, viajeros urbanos y deportistas por igual.
Disminución de emisiones CO2
La micromovilidad, tanto en su vertiente de movilidad diaria como en su vertiente de logística, tiene el potencial de disminuir drásticamente las emisiones de CO2 procedentes tanto del transporte de personas como de mercancías, que suponen cerca del 25% de las emisiones globales. En este sentido, la alianza entre Don Cicleto y LIVALL nace con el firme propósito de liderar una de las grandes oportunidades que como sociedad tenemos para el futuro de nuestras ciudades: la micromovilidad.
Un compromiso de liderar su desarrollo e implantación en nuestras ciudades y hacer de ella un eje vertebrador de nuestra salud personal, economía y movilidad, ayudando a la convivencia con los otros medios de transporte. Los datos y la tecnología desarrollada por ambas empresas, líderes en sus respectivos nichos, son los pilares de esta colaboración.
Aunque el coche eléctrico juega un papel importante, la micromovilidad en las próximas décadas va a ser el actor principal en los entramados urbanos venideros. Desde LIVALL y Don Cicleto quieren lanzar a las administraciones públicas, empresas y cualquier otro colectivo que firme el manifiesto por la micromovilidad y se unan a ellos en el liderazgo de la transición hacia los nuevos modelos de transporte.
