En el contexto de emergencia climática en el que nos encontramos, la sostenibilidad no es una moda sino una necesidad global, y los inversores lo saben. Según Repensar, escuchar, colaborar: informe sobre reporting, transparencia y sostenibilidad de las marcas, elaborado por el Foro de Marcas Renombradas Españolas (FMRE), nueve de cada diez encuestados confirma que los inversores solicitan, cada vez más, conocer los criterios ambientales, sociales y de gobierno corporativo que poseen las empresas.
Al mismo tiempo, esa es una preocupación compartida por los consumidores, como queda patente de forma unánime en los diferentes estudios realizados por organismos que abarcan desde el barómetro de confianza de Edelman a los datos publicados periódicamente por entidades como la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).
Las compañías, conocedoras de este cambio de intereses por parte de inversores y ciudadanía, han colocado la sostenibilidad en un lugar prioritario de sus comunicaciones. Entonces, en medio de la avalancha de productos ‘verdes’ y ‘sostenibles’, ¿cómo distinguir a las empresas que verdaderamente generan un impacto positivo de las que solamente realizan un lavado de cara verde? Con sellos independientes que lo certifiquen y den a todos los actores la seguridad de que se está contribuyendo al cambio medioambiental y social.
La Plataforma del Tercer Sector acaba de abrir el plazo para solicitar el Sello Empresa Solidaria, que acredita a aquellas empresas que buscan generar un impacto positivo en la sociedad marcando la Casilla Empresa Solidaria en el Impuesto de Sociedades. Se trata de una aportación voluntaria con la que las organizaciones pueden destinar el 0,7% de su impuesto de sociedades a financiar proyectos gestionados por entidades del Tercer Sector dirigidos a garantizar los derechos de la ciudadanía, a luchar contra la pobreza, la exclusión social y la desigualdad.
Como os explicamos hace algunos meses, se trata de una casilla que está presente desde el periodo impositivo de 2018 y que ha ayudado a obtener fondos para mejorar la situación de los más de trece millones de personas que viven en situación de exclusión social en nuestro país. Gracias a las empresas que la marcaron, en ese primer ejercicio se recaudaron más de 24 millones de euros para fines sociales, un importe que ha ido en aumento en los años posteriores logrando un total de 33 y 36,6 millones de euros en 2019 y 2020, respectivamente. Este año, podrían alcanzarse los 186 millones de euros de recaudación total, según la estimación del Ministerio de Hacienda.
Así, gracias a esta nueva certificación, la ciudadanía puede reconocer que una compañía es socialmente responsable y defiende un modelo de negocio responsable, que está enfocada en generar un impacto social positivo y beneficios que vayan más allá de lo económico.
Cómo solicitar el Sello Empresa Solidaria
El Sello Empresa Solidaria solo puede conseguirse si se ha marcado la Casilla Empresa Solidaria y, por tanto, solo las empresas que puedan certificarlo podrán cursar la solicitud.
Como han anunciado desde la Plataforma del Tercer Sector –la única organización que validará el sello– el plazo para solicitarlo ya está abierto, con el objetivo de que las empresas interesadas puedan poner en valor su decisión de generar impacto positivo en la sociedad y comunicarlo con rigor a sus clientes.
La solicitud deberá realizarse de forma telemática a través de la web, desde ya mismo y antes de marzo de 2023. Para poder obtener el sello, las empresas tendrán que demostrar que han marcado la Casilla Empresa Solidaria en su Impuesto de Sociedades y cumplimentar un modelo de declaración responsable.
Una vez verificado que se cumplen los requisitos, la Plataforma del Tercer Sector compartirá el sello en distintos formatos para facilitar su uso y aplicación. Así, las empresas que lo obtengan podrán emplearlo libremente en sus acciones de comunicación, incluyéndolo junto al logo o nombre de la empresa, en su página web, en sus redes sociales o en su firma de correo. Al mismo tiempo, también podrán utilizarlo en sus comunicaciones con sus clientes y con los medios de comunicación, con otras empresas o entidades del sector público y privado.
