Según un estudio de la Universidad de Berkeley, el 72% de los emprendedores sufren problemas de salud mental. Además, el estudio revela que tienen dos veces más probabilidades de suicidarse y poco han trascendido al terreno público los casos que se han dado. Como por ejemplo el caso de Aaron Waltz, que afectó mucho al sector. Desde entonces, otros emprendedores con perfiles altos se han quitado la vida (o se ha sospechado que así fuera), como el fundador de Unfiltered Jake Millar; el pionero de software antivirus John McAfee; el fundador de Zappos Tony Hsieh; el Chef Anthony Bourdain; la diseñadora Kate Space, etc.
Otro estudio de EE. UU. publicado en Hubspot menciona que, de todos los fundadores con problemas mentales, el 63% sufría de “burnout”, el 59% padecía de ansiedad, el 47% depresión, el 24% déficits de atención, el 14% abusa de sustancias y el 3% son bipolares. Además, 8 de cada 10 mencionan que existe un estigma en la sociedad alrededor de la salud mental y el 70% que no hay demasiados recursos de ayuda para temas mentales.
“Al emprendedor se le exige estar siempre fuerte, sereno, con una sonrisa… Y disponible. Lo contrario muestra debilidad y eso no casa con su figura, dentro y fuera de la empresa. A menudo, se le presenta como un héroe invencible, una rockstar. Pero tu startup no eres tú y la realidad detrás “del personaje” del que se es esclavo puede ser completamente diferente si uno no es consciente de los estragos que emprender puede generar en la persona, a veces de forma silenciosa”, manifiesta Alejandro Artacho, CEO y fundador de la startup Spotahome.
“Para mí, el 2019 fue el año más estresante de mi vida: cientos de contrataciones, aperturas de nuevas oficinas, presión de doblar facturación mejorando márgenes, vuelos casi diarios, trabajar festivos… Un ritmo frenético con un tremendo impacto en mi salud física y mental. Y, de repente, el Covid”, narra el fundador de Spotahome. “En marzo de 2020 se nos cae toda la facturación a 0€, además de tener que devolver cientos de miles de euros en cancelaciones. Caí en una depresión profunda. Después de 7 años sacrificando todo por la empresa (familia, amigos, pareja etc.), todo se fue a pique por algo que ni siquiera controlaba”, concluye.
Sin embargo, tras el momento más oscuro, Artacho indica que halló la luz en el desarrollo personal y el autocuidado, gracias a priorizar y hacerse cargo de su salud mental. Así, con el objetivo de visibilizar y ayudar a otros, creó junto a otros emprendedores Ancla.life (Aceptación, Neutralidad, Cooperación, Libertad y Aprendizaje). Además, gracias a estos cambios, Spotahome no solo recuperó, sino que en la actualidad, está más fuerte que nunca y con buena proyección futura.
La salud mental en emprendedores
Lo cierto es que la salud mental se ha convertido en un tema cada vez más comentado y expuesto, frente a años de oscurantismo y motivo de vergüenza social. Aunque no hay que olvidar que aún conserva muchos tabúes, especialmente entre ciertos sectores de la población, así como en entornos profesionales.
El ecosistema emprendedor sufre unos ratios de afecciones mentales altísimas ya que se ve sometido a una continua presión e incertidumbre, miedo al fracaso, comparación constante, y una vinculación extrema entre el individuo y su empresa.
Además de priorizar meditación, deporte, alimentación, y sueño; aquí algunos consejos de Artacho para mejorar la salud mental entre el colectivo:
- Resetear tu sistema de valores y priorizar los mismos, redefiniendo qué es éxito.
- Invertir en lo permanente frente a lo pasajero.
- Vivir más en el presente, ya que el mundo startup crea ansiedad puesto a que vive la mayoría del tiempo en el futuro en el anhelo.
- Controla tu calendario y no al revés.
- Menos compulsión por uso de redes sociales y más consciencia controlando lo que consumes de lectura.
- Para ser un buen líder, primero debes liderarte a ti mismo… ser un líder consciente.
- Estar calmado ya que la calma trae claridad y la claridad trae confianza.
“Confianza sin claridad es un desastre. Gracias a ello eres más compasivo, delegas más en tus equipos y les empoderas para ser grandes líderes. Y, lo más importante, como consecuencia tus energías son positivas y contagiosas a la organización de forma natural. Y es ahí, como por arte de magia, que todo mejora”, sentencia Artacho.