La telemedicina ha experimentado un avance espectacular en los últimos años y, en determinados casos, se perfila como el paradigma de la atención médica del futuro. Y es que la atención médica a distancia, hace tiempo que es mucho más que el poder mantener una videoconferencia con el médico de cabecera.
La integración de la inteligencia artificial (IA) o el uso de dispositivos portátiles y otras herramientas de monitoreo remoto mantienen a los pacientes conectados, mientras que incursiones en la robótica prometen llevar atención especializada a los espacios más remotos. En este viaje de transformación digital e innovación, no podemos sin embargo perder de vista la importancia que tiene la seguridad y mantener el control sobre la privacidad de los datos.
Del Internet de las Cosas a la Inteligencia Artificial
En plena era de la Internet de las Cosas (IoT), la conectividad ultrarrápida está allanando el camino para una revolución en la atención médica. Ahora, una amplia gama de dispositivos y equipos médicos puede conectarse de forma instantánea a servidores en la nube, lo que tiene puede tener un impacto transformador.
Cada vez se presentan más proyectos y dispositivos que permiten a los pacientes utilizar wearables y otros equipos médicos desde la comodidad de sus hogares y con los que pueden realizar un seguimiento de su presión arterial, temperatura o frecuencia cardíaca. Estos datos se transmiten instantáneamente al centro médico para que los profesionales los analicen, pudiendo a continuación y de forma automática realizar un diagnóstico, generar una cita médica, o emitir una receta.
Este nivel de supervisión constante ofrece un control sin precedentes a pacientes con enfermedades crónicas, lo que puede evitar visitas inesperadas a urgencias. A esto se suma el hecho de que cuando un paciente no se siente bien o necesita orientación, puede programar una consulta de telemedicina, de modo que el centro puede completar la explicación del usuario con ese flujo constante de datos, para ofrecerle una atención precisa.
Pero la telemedicina no solo beneficia a los pacientes; también es un recurso vital en situaciones de emergencia. Los profesionales de primera línea pueden utilizar dispositivos de telemedicina para realizar electroencefalogramas, electrocardiogramas y otras lecturas, enviando estos datos al personal del hospital, ganando así tiempo hasta la llegada al centro médico. A su vez, los especialistas pueden brindar orientación sobre el tratamiento de manera inmediata, lo que puede ser crucial en casos de ataque cardíaco o accidente cerebrovascular.
Por otro lado y cada vez más, la Inteligencia Artificial gana protagonismo. Ya se han puesto en marcha proyectos que, usando soluciones de IA, simplifican el acceso al historial del paciente durante las consultas, adaptando de manera dinámica las preguntas según las respuestas proporcionadas. Además, herramientas basadas en IA pueden ofrecer recordatorios personalizados para la toma de medicamentos y sugerir exámenes de rutina basados en los datos obtenidos en la monitorización a distancia.
Robótica y telesalud
El otro campo que más está avanzando en el terreno de la medicina a distancia es el de la robótica, que encuentra su principal campo de aplicación en hospitales rurales, donde no es habitual contar con un gran número de especialidades.
En este sentido, la robótica se puede convertir aquí en un aliado para los médicos de la zona, permitiendo que especialistas que se encuentran a distancia puedan evaluar e incluso realizar algunos procedimientos sobre los pacientes. Por ejemplo, algunos robots de telesalud autónomos tienen la capacidad de desplazarse hasta los pacientes en salas de examen o de hospital, lo que permite que los médicos interactúen con ellos sin necesidad de estar físicamente presentes.
Algunos robots pueden seguir a los médicos cuando realizan rondas, compartiendo fuentes de información en tiempo real con especialistas a distancia que pueden contribuir nutriendo el historial de los pacientes y añadiendo recomendaciones y posibles tratamientos que serán verificados posteriormente.
Y luego por supuesto están los más avanzados, que permiten a los cirujanos realizar operaciones a distancia, contando para ello con instrumental de alta precisión y pantallas de altísima definición que les permiten observar en tiempo real lo mismo que está viendo el cirujano que está realizando la intervención médica, de modo que pueda apoyarle de forma remota en la operación.
Seguridad y privacidad
Pero a medida que la telemedicina de populariza, también crecen la necesidad de que ese crecimiento esté acompañado con más seguridad y privacidad sobre los datos más sensibles de todos: los médicos.
La historia clínica digital de los pacientes, que contienen información detallada sobre la salud de los mismos, son un objetivo cada vez más valioso para los ciberdelincuentes. La filtración de datos médicos puede tener consecuencias terribles, que van desde la identificación erró- nea de pacientes, hasta el robo de identidad, por no hablar del daño a la reputación de las instituciones médicas comprometidas.
Algunas medidas que se están poniendo en marcha para proteger estos activos pasan por la encriptación de datos, la autenticación de usuarios, el monitoreo de red o la segmentación de datos sensibles. La capacitación continua del personal en ciberseguridad y la concienciación sobre la importancia de mantener la integridad de los datos son elementos clave en la protección de la información del paciente.
El cumplimiento normativo en el sector de la salud es esencial para garantizar que las instituciones médicas operen dentro de los marcos legales y éticos. Cuerpos legales como el Reglamento General de Protección de Datos (GDPR) en la UE establecen medidas estrictas para mantener la privacidad y la seguridad de la información médica. El cumplimiento normativo no solo es una cuestión legal, sino que también tiene un impacto en la calidad de la atención médica. Garantizar la confidencialidad de los datos permite a los pacientes confiar en que sus información médica está protegida, lo quea su vez puede fomentar una comunicación abierta entre médicos y pacientes.
En “Sanidad Conectada: desde la gestión del dato a la Inteligencia Artificial” os hablamos de los desafíos que aún tiene que superar la telemedicina para implantarse con fuerza en los centros médicos y como contar con una infraestructura adecuada para hacer frente a los mismos, es fundamental. ¡No te lo pierdas!