Las empresas en España tardan una media de 424 días, un año y dos meses, en iniciar la reclamación de impagos, según los datos de la plataforma, RedClaimer. Este retraso refleja la alta morosidad que afecta a las empresas, que, de media, arrastran impagos por más de un año, lo que indica un problema creciente en la recuperación de pagos pendientes.
En 2023, casi cuatro de cada 10 empresas españolas (38%) tuvieron que cancelar deudas incobrables, según la encuesta European Payment Report. De estas, casi el 48% lamenta no haber implementado mejores prácticas de cobro para evitar llegar a esta situación. Según José Antonio Caballero, CEO y cofundador de RedClaimer, esto se debe a lo que él llama «influencia administrativa«, la cual juega un papel crucial en la probabilidad de cobro. «Implementar estrategias proactivas para gestionar los retrasos tempranos y evitar que se conviertan en deudas incobrables ayuda enormemente a las empresas», añade Caballero.
Por su parte, la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (CEPYME) publica que las pymes duplicaron su esfuerzo financiero vinculado a la deuda comercial, alcanzando los 2.400 millones de euros anualizados en el segundo trimestre de 2023.
Antigüedad y cuantía: factores clave para cobrar una deuda
Los expertos de RedClaimer destacan que la antigüedad de la deuda es el factor más influyente en el éxito de la recuperación. «Hay una correlación directa entre el tiempo y el éxito, que va cayendo mes a mes. Esto se debe a múltiples factores, como la posibilidad de que el deudor haya cerrado, la creencia de que, a mayor antigüedad, menor obligación de pago, el olvido del acreedor o el traspapeleo de documentos«, explica José Antonio Caballero.
Según RedClaimer, transcurrido un año del vencimiento del pago, la probabilidad de cobro es menor del 50%, y después de tres años, esta probabilidad cae a menos del 20%. Actualmente, la antigüedad media de las deudas reclamadas en la plataforma es de 424 días.
El otro factor clave en la recuperación de facturas impagadas es la cuantía de la deuda. La caída en las probabilidades del cobro se agrava cuando las deudas tienen un importe superior a la media del sector: “Si, por ejemplo, una asesoría cobra 400 euros al mes de media a su cliente, si alguna vez emite una factura de 2500 euros por trabajos extras, la probabilidad de impago es mayor, ya que psicológicamente el usuario ve esa factura como desproporcionada, aunque no sea así”, ha explicado José Antonio Caballero.
Sectores más afectados y los que mejor recuperan
Según los datos de la base de clientes de RedClaimer, el sector industrial es el que más tarda en reclamar facturas impagadas, con una media de 1.400 días (3 años y 10 meses) de demora. A pesar de esto, presenta una tasa de éxito del 60% en la recuperación de las deudas.
Otro caso destacado es el comercio al por mayor, que aunque las deudas que reclaman tienen una antigüedad media de 848 días (más del doble que otros sectores), logra una tasa de éxito de cobro del 75%. José Antonio Caballero valora positivamente estas cifras, ya que demuestran que algunos sectores mantienen una alta efectividad en el cobro incluso cuando las reclamaciones se realizan con considerable demora.
Por otro lado, sectores como el de limpieza, con deudas vencidas con una antigüedad media de 197 días, menor que la media general, también muestran una alta tasa de éxito del 73%, lo que refirma que una menor antigüedad facilita el éxito en el cobro.
El plazo general de prescripción de deudas es de cinco años, aunque existen casos especiales, como el sector del transporte, donde la prescripción es de solo un año. Otros sectores, como servicios de abogados, peritos, notarios, farmacia, profesores, hoteles y restaurantes tienen un plazo de prescripción menor, de tres años.
Además, en algunas comunidades autónomas, como Cataluña, el plazo de prescripción de una deuda por préstamo o venta puede extenderse hasta 10 años, siempre que tanto el deudor como el acreedor residan en la comunidad.