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Martes, 21 Enero 2025

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Ignacio García León, de Squad: «EE.UU. es el lugar ideal para lanzar una startup»

Ignacio García León

Ignacio (‘Iggy’) García León es un joven emprendedor madrileño, de 31 años, que fundó Squad, una startup que utiliza la IA y blockchain para proporcionar a las empresas Web3 acceso bajo demanda a ingenieros altamente verificados y nativos en criptomonedas. La compañía agiliza el proceso de contratación (opera 10 veces más eficiente) y reduce significativamente los costes.

La historia profesional más emocionante de Iggy comenzó cuando dejó una carrera prometedora en la consultora Bain y una plaza en el prestigioso MBA del MIT para emprender en Estados Unidos. Con el apoyo de FJ Labs, un fondo de inversión con más de 700 startups en su cartera, el madrileño está decidido a transformar una industria que considera obsoleta.

MuyPymes: ¿Cuál fue el punto de inflexión en tu carrera que te hizo lanzarte a emprender?

Ignacio García: Siempre he sentido la necesidad de crear algo que combine creatividad y ambición, con el objetivo de generar un impacto real. Creí que Bain sería el entorno ideal para adquirir las habilidades necesarias para liderar proyectos y entender los factores clave que hacen que una empresa tenga éxito. Sin embargo, pronto me di cuenta de que, al no tener la responsabilidad de implementar y vivir las decisiones a largo plazo, los consultores solo adquieren una visión superficial. Necesitaba estar en una posición donde no solo pudiera aportar ideas, sino también construir, ejecutar y asumir las consecuencias de mis decisiones.

Durante la pandemia del COVID, cuando todo estaba paralizado, fui aceptado en el MBA del MIT y pensé que sería una gran oportunidad para explorar mi vena emprendedora en un entorno tecnológico del que han surgido muchas empresas increíbles. Además, Bain me ofreció cubrir los dos años del MBA con la condición de que regresara a trabajar para ellos durante al menos dos años más.

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Sin embargo, al empezar el MBA, me di cuenta de que la mejor manera de emprender no era sentarme en una clase donde se enseña a emprender, sino lanzándome a intentarlo. Para mí, emprender siempre ha sido cuestión de actuar, así que decidí dejar el MBA. Además, renuncié a mi trabajo en Bain, una de las mejores empresas del mundo, donde tenía un futuro asegurado con un sueldo competitivo, gran soporte y reputación. A pesar de no tener una idea clara en mente en ese momento, sabía que quería emprender y seguir mi propio camino.

Antes de dejar el MBA, tuve la suerte de conocer a Fabrice y Jose, los fundadores de FJ Labs, un fondo de inversión con más de 1.000 startups en su cartera, incluyendo empresas españolas como Playtomic, Jobandtalent y Wallapop, además de gigantes globales como Alibaba, Coupang, Flexport, Delivery Hero, Fanduel, Shipbob y Rappi, entre muchas otras.
Cuando ya había decidido dejar el MBA y Bain, FJ Labs me ofreció una oportunidad única: un salario mientras exploraba ideas, el patrocinio de una visa para Estados Unidos y el compromiso de invertir cerca de 3 millones de dólares en mi futura empresa.

MuyPymes: ¿Por qué EE.UU y no España?

Ignacio García: Primero de todo, España ofrece innumerables oportunidades para emprender y un gran potencial para montar proyectos exitosos. Hemos visto muchos ejemplos de startups españolas que han logrado un gran éxito. Algunas empezando en el mercado local antes de expandirse, como es el caso de Playtomic, Jobandtalent o Payflow. Otras han logrado construir empresas glolbales, con equipos clave ubicados en España, como Crossmint, Fever y Capchase.

Sin embargo, estoy convencido de que Estados Unidos, en particular San Francisco y Nueva York, es el lugar ideal para lanzar una startup, especialmente para fundadores primerizos. A menos que haya una razón específica para estar en otro país, como, por ejemplo, una app de entrega de comida que opere en un mercado fuera de Estados Unidos.

En EE.UU. y especialmente en las ciudades que he mencionado, se glorifica a los emprendedores y “creadores”. Estar rodeado de personas ambiciosas, con grandes metas, facilita mantenerse enfocado. Por otro lado, la obsesión por el éxito y el logro personal es palpable, lo que fomenta un enfoque extremo en el trabajo. Aunque esto puede llevar a un desequilibrio entre la vida personal y profesional o incluso al agotamiento. Sin embargo, esta intensidad resulta motivadora para muchos. Además, la cultura estadounidense tiene una mayor tolerancia al fracaso. Los errores se perciben como una experiencia de aprendizaje, lo que fomenta la innovación y la toma de riesgos, especialmente en las primeras etapas.

Por otro lado, la comunidad de fundadores en EE.UU. está mucho más consolidada que en España. Hay incubadoras, aceleradoras, espacios de coworking y eventos para emprendedores prácticamente en cada esquina. Muchos de estos recursos son gratuitos y accesibles, creando un ecosistema que fomenta la colaboración y el aprendizaje mutuo. Además, muchas de las personas que han fundado y dirigido las empresas más grandes del mundo residen en EE.UU., sobre todo en SF y NY. Estos veteranos no solo son accesibles, sino que también suelen participar activamente como mentores, ponentes y profesores en programas locales.

La diversidad cultural de este país, con talento de todo el mundo, enriquece los equipos y aporta una perspectiva global desde el principio.

Esto es crucial para startups que buscan crear productos escalables y adaptables a diferentes mercados.

Además el mercado estadounidense es inmenso: 340 millones de consumidores con alto poder adquisitivo, conocidos por adoptar tecnología de forma temprana. Incluso, hay empresas bien financiadas con una gran disposición a invertir en soluciones innovadoras, lo que abre oportunidades únicas para startups. En las etapas iniciales, la capacidad de concentrarse en un único mercado es clave para maximizar el aprendizaje y afinar el producto. EE.UU., por su tamaño y diversidad, permite a las startups centrarse en dominar un solo mercado antes de considerar la expansión global.
Al mismo tiempo, en este país hay muchas más oportunidades para recaudar capital. La infraestructura de inversión, desde pequeños negocios y ‘angels’ hasta grandes fondos de venture capital, es incomparable con la de otros países. Esto no solo aumenta las probabilidades de supervivencia de una startup, sino también sus posibilidades de crecer lo suficiente para destacar. Y el nivel de actividad de fusiones y adquisiciones (M&A) es significativamente mayor, incrementando las posibilidades de una salida exitosa.

Por ultimo, Estados Unidos es un lugar sencillo para iniciar un negocio. Incorporar una empresa online puede costar tan solo 100 dólares y tomar menos de una hora. Aunque el sistema fiscal puede ser complejo en algunos aspectos, es más directo que en muchos otros países. Además, las leyes laborales son más favorables para startups, con un enfoque claro en la meritocracia y la flexibilidad para contratar y despedir según las necesidades del negocio.

MuyPymes: ¿Cómo se logra «convencer» a un fondo como FJ Labs para que apueste por tu proyecto?

Ignacio García: Convencer a un fondo como FJ Labs para que apueste por tu proyecto implica cumplir con criterios clave que ellos valoran al tomar decisiones de inversión.

Lo más importante son las aptitudes del equipo fundador. Buscan fundadores que sean tanto visionarios como capaces de ejecutar su visión. Esto significa que el emprendedor debe ser un excelente ‘storyteller’, alguien que pueda atraer talento, recaudar capital y generar visibilidad en los medios, pero también alguien analítico y orientado a los números, capaz de entender profundamente su negocio. Este equilibrio de habilidades es raro, pero crucial.

Después, analizan el propio negocio. En mi caso, me aseguré de que el tamaño del mercado fuera lo suficientemente grande como para construir una empresa con un valor superior a los 1.000 millones de dólares. También consideré la competencia, buscando mercados en los que no existieran competidores directos importantes o donde predominara la lógica de «el ganador se lo lleva todo». Además, me aseguré de que la idea tuviera una ventaja competitiva a largo plazo, como los efectos de red, que pudieran protegerla de nuevos competidores.

Otro factor crucial fue la fragmentación del mercado. Identifiqué la necesidad de operar en un mercado altamente fragmentado donde la tecnología pudiera convertirse en una herramienta clave para escalar, permitiendo agregar, verificar y gestionar la calidad de manera eficiente. Asimismo, la propuesta de valor debía resolver problemas urgentes y críticos para ambos lados del marketplace, asegurando una necesidad clara y fuerte de la solución.

En cuanto a los unit economics, busqué un modelo de negocio con oportunidades claras de monetización, que ofreciera un alto valor promedio de pedido o una alta frecuencia de compras, además de un camino realista para lograr una relación neta de LTV/CAC de al menos 2x en un plazo de 12 meses. Finalmente, consideré esencial contar con un motor de adquisición de clientes repetible y escalable, especialmente en modelos B2B, donde los ciclos de ventas fueran de menos de un año.

MuyPymes: ¿Qué apoyos tenías en aquellos momentos cuando te decidiste a seguir tu propio camino?

Ignacio García: Cuando ya había decidido dejar el MBA y Bain, FJ Labs me ofreció una oportunidad única: un salario mientras exploraba ideas, el patrocinio de una visa para Estados Unidos y el compromiso de invertir cerca de 3 millones de dólares en mi futura empresa.

MuyPymes: ¿Qué te ha hecho seguir adelante y cuál es tu objetivo?

Ignacio García: En cinco años, habremos construido una empresa que habrá transformado por completo la manera en que las personas encuentran empleo y contratar talento. A la vez, habremos construido un negocio de rápido crecimiento y con flujo de caja positivo.

MuyPymes: ¿Te arrepientes de algo en la aventura de emprender?

Ignacio García: No me arrepiento de nada. Creo que lo importante es lanzarse lo antes posible, porque si esperas el momento perfecto, nunca darás el paso.

Es cierto que algunas experiencias laborales más podrían haberme dado más herramientas para enfrentar ciertos retos, pero tampoco es algo de lo que me arrepienta. Siempre habrá algo más que podrías haber aprendido antes de emprender, pero al final, lo esencial es empezar.

Me explico: una gran diferencia entre emprender y mis trabajos anteriores es que el emprendimiento trata de buscar la verdad (“truth-seeking”) en entornos de mucha incertidumbre. En este camino, hay que tomar decisiones con muy poca información, porque lo que estás haciendo probablemente nunca se haya hecho antes. Si sigues el camino equivocado o no eres honesto contigo mismo, puedes perder años de esfuerzo.

En mis trabajos anteriores, como ingeniero y consultor en Bain, tenía acceso a datos concretos y personas que ya conocían las respuestas correctas. Esto creaba una sensación de control y seguridad. Sin embargo, en el emprendimiento, no tienes tantas certezas. Todo se basa en la intuición y en encontrar rápidamente lo que más se asemeje a la verdad. Es un proceso complicado, y es algo en lo que todavía estoy trabajando.

Quizás, si hubiese pasado más tiempo trabajando en startups, me sentiría más cómodo con esta incertidumbre. Pero, al final, es algo que se aprende rápido con la experiencia.

 

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