En el corazón de Villanueva de Alcardete (Toledo), se alza una empresa que ha sabido unir lo mejor de la tradición vinícola manchega con una gestión empresarial moderna y efectiva. Hablamos de Bodegas Alcardet, una cooperativa con más de medio siglo de historia que hoy se presenta como ejemplo de cómo una cooperativa puede crecer con visión, estrategia y compromiso con la calidad.
Villanueva de Alcardete: tierra de viñas y carácter agrícola
Situado en la comarca de La Mancha toledana, Villanueva de Alcardete es un municipio de poco más de 3.000 habitantes, donde el vino no es solo un producto: es identidad, cultura y economía. Rodeado de viñedos que se pierden en el horizonte, este pueblo ha hecho del trabajo colectivo su mayor fortaleza.
La historia de Alcardet no se entiende sin el compromiso de esta comunidad rural. Cada socio de la cooperativa es también vecino, agricultor y custodio del entorno. Esto ha generado un fuerte sentido de pertenencia, una ventaja competitiva intangible que muchas pymes desearían tener: la conexión auténtica con su territorio.
Pero no se trata de un pueblo anclado en el pasado. Villanueva de Alcardete ha sabido modernizar su tejido productivo sin perder su esencia rural, con pequeñas empresas que apuestan por la agroindustria, el turismo y los servicios locales. En este contexto, Bodegas Alcardet es el buque insignia, pero también un motor de inspiración para nuevas generaciones de emprendedores rurales.
Orígenes de las bodegas
Fundada en 1972 por un grupo de viticultores locales, Bodegas Alcardet nació como una respuesta colectiva a los desafíos del campo. Desde entonces, ha crecido hasta contar con más de 700 socios y 2.000 hectáreas de viñedo. Su modelo cooperativo es un caso claro de éxito colectivo: cada socio aporta, decide y se beneficia del crecimiento.
Para los emprendedores, esto es una lección de fuerza comunitaria aplicada al negocio. La horizontalidad de las decisiones no ha impedido una dirección estratégica clara ni la profesionalización de la gestión y desde MuyPymes hemos podido comprobarlo con nuestros propios ojos.
En sus instalaciones, los responsables de la cooperativa nos explicaron cómo tienen una infraestructura en constante renovación. Han invertido en tecnología enológica avanzada, sistemas de control de temperatura, depósitos de acero inoxidable y barricas de roble francés y americano. La clave está en mantener el equilibrio entre lo artesanal y lo tecnológico.
Además, han apostado por la sostenibilidad: desde energías renovables hasta el uso eficiente del agua. Todo esto les ha permitido reducir costes, aumentar la calidad y diferenciarse en un mercado saturado.
Productos: una gama que habla del territorio
Bodegas Alcardet ha sabido diversificar sin perder su identidad. Ofrecen una amplia gama de vinos: desde blancos jóvenes y tintos estructurados hasta espumosos y vinos ecológicos. Cada producto es una oportunidad para contar una historia, algo que las pymes del sector agroalimentario deben entender: el marketing emocional funciona.
Uno de sus grandes aciertos ha sido la creación de marcas propias como Alcardet Roble o Alcardet Brut Nature, que se han convertido en sellos de calidad reconocidos en ferias internacionales. Además, han desarrollado una denominación propia de vinos espumosos, los vinos Cueva.
Premios: el reconocimiento no es casualidad
En la sección de premios, la lista es larga: medallas en concursos como el Bacchus, Mundus Vini o el International Wine Challenge. Pero más allá del reconocimiento, lo importante es el mensaje que transmiten: apostar por la calidad y diferenciarse tiene retorno.
Estos galardones también han servido para abrir mercados exteriores. Actualmente, exportan a más de 25 países, lo que refuerza la importancia de pensar en clave global, incluso desde lo local.
Por otro lado, la bodega ha entendido que no solo vende vino: vende experiencia. Por eso ha desarrollado un área de enoturismo con visitas guiadas, catas, y eventos privados. Una estrategia clave para generar ingresos adicionales y reforzar la marca.
Para cualquier pyme, esto es una lección: diversificar la propuesta de valor y crear comunidad alrededor del producto fideliza y genera nuevas oportunidades de negocio.
Miguel Ángel Ortega: «Podemos competir cara cara con los grandes caldos de cualquier región vitícola mundial
Desde MuyPymes hemos tenido la oportunidad de charlar con el gerente de Bodegas Alcardet, Miguel Ángel Ortega Moya, que nos ha hablado de las «tripas» de su negocio, la percepción que tiene de noticias de actualidad, como los aranceles al vino de Trump y su objetivo de poner en valor los vinos de La Mancha.
MuyPymes: ¿Quiénes forman parte de la cooperativa?
Miguel Ángel Ortega Moya: Bodegas Alcardet es una sociedad cooperativa integrada por 700 socios, 700 productores y sus respectivas familias, que aportan toda su producción de uva a su Cooperativa, algo muy a tener en cuenta al tratarse de un municipio de menos de 3.000 habitantes.
La cooperativa está regentada por una junta directiva elegida por los socios. Esta junta rectora supervisa el trabajo del equipo profesional, formado por un CEO, los respectivos directores de cada departamento, como departamento técnico, departamento comercial, departamento de marketing, etc y un equipo formado por 25 trabajadores comprometidos con el desarrollo y crecimiento de la empresa.
La principal diferencia de nuestra cooperativa con el resto de las cooperativas manchegas es que funcionamos de manera muy coordinada, muy similar a una empresa privada, en cuanto a inmediatez, estrategia y visión de futuro y como una cooperativa en cuanto a potencial, sostenibilidad y valores sociales.
Desde el primer momento nos centramos en ser una de las bodegas referencia a nivel nacional, dando un giro importante a la manera de trabajar tradicional de las cooperativas. Centrándonos en la promoción, la venta, el conocimiento de mercado, y la apertura de nuevas líneas de negocio para complementar el alto nivel de producción que ya tenían nuestros agricultores. De esta manera podemos dar respuesta al esfuerzo de nuestros socios en el campo y conseguir unas liquidaciones de uva, acorde con la calidad que podemos obtener de nuestros viñedos.
MuyPymes: ¿Cuál es vuestra estrategia para dar a conocer y poner en valor los vinos de la Mancha?
Miguel Ángel Ortega Moya: Nuestra estrategia comienza claramente por dar el máximo de calidad en nuestra producción, sin ello, ninguna estrategia posterior sería viable.
Llevamos muchos años optimizando la producción de uvas de calidad, equipándonos de infraestructuras, punteras para hacer frente a cualquier tipo de demanda de mercado, etc. y ahora, una vez optimizado todo ello, y estudiando nuestra posición objetiva en cuanto a calidad de producto en el mercado internacional, nos toca realizar la ardua labor de darnos a conocer.
Tradicionalmente, el vino de la mancha era considerado de calidad media por el gran volumen y por la falta de infraestructuras y conocimientos para conseguir un producto de calidad máxima. Esto ha cambiado claramente, la implantación de nuevas variedades, la formación de los agricultores y profesionales, y la inversión en la industria vitivinícola de nuestra comarca, ha hecho que podamos competir cara cara con los grandes caldos de cualquier región vitícola mundial. Por ello, nuestro trabajo consiste en presentarnos al mundo, darnos al conocer, aportar frescura al mercado y aprovecharnos de las nuevas tendencias.
Actualmente, en mercado del vino, pese a estar en retroceso, está mirando hacia vinos, menos potentes y más frescos, aromáticos, e incluso, con menos graduación alcohólica. Este cambio viene dado porque el clásico consumidor de vinos tintos potentes, robustos y con mucho cuerpo ha envejecido o ya no está, y las nuevas generaciones apuestan mucho más por el «trago largo», es decir vinos con menos contenido en alcohol, incluso con burbuja y muy aromáticos. Exactamente los vinos con los que contamos en nuestra bodega y en nuestra comarca. Por ello, pensamos que es súper importante darnos a conocer y aportar experiencias e ideas diferentes para hacernos un hueco en este mercado actual, en el cual estamos seguros de que nos posicionaremos de manera permanente a corto-medio plazo.
MuyPymes: ¿Cómo ves el panorama del sector frente a las amenazas de los aranceles de Trump?
Miguel Ángel Ortega Moya: Hablar ahora de cómo afectarán los aranceles de Trump en el mercado, sin haberse concretado, es algo arriesgado. En principio ningún arancel favorece el mercado, de hecho, puede provocar la deriva del consumo desde el vino a otras bebidas similares, con unos precios más asequibles.
Pero desde Bodegas Alcardet, vemos este posible inconveniente como una gran oportunidad: consideramos que nuestros vinos exportados a Estados Unidos tienen un precio de mercado muy competitivo e incluso asequible para determinados sectores.
Necesitamos ofertar esos precios para hacernos el hueco inicial que necesitamos. Esto puede suponer claramente que, tras la subida arancelaria, vinos de otras denominaciones u orígenes, con un precio superior de salida, se conviertan en un producto prohibitivo para cierta parte del consumidor americano y suponga una oportunidad para que nuestros vinos entren en ese segmento de consumidor que nos daría la oportunidad de entrar en la rotación de mercado a la que antes no teníamos acceso.
