En un mundo donde la mayoría de las interacciones suceden a través de una pantalla, aún hay oficios que mantienen viva la conexión entre lo tangible y lo virtual. La impresión es uno de ellos, y Exaprint es un claro ejemplo de cómo este sector ha sabido evolucionar sin perder su esencia artesanal.
Con sede en Molins de Rei (Barcelona), Exaprint se ha consolidado como un referente en impresión profesional para agencias, estudios de diseño, imprentas, autónomos y empresas de comunicación visual. Su plataforma digital permite a los clientes diseñar, configurar y encargar productos impresos con una facilidad sorprendente. Pero lo que ocurre tras ese clic va mucho más allá de lo digital: es un proceso lleno de técnica, conocimiento, supervisión humana y un fuerte componente artesanal.
Una plataforma digital con alma de taller
Cuando un cliente sube un diseño a Exaprint, el proceso parece sencillo: elegir tipo de papel, tamaño, acabados, cantidades y realizar el pedido. Pero detrás de esa interfaz amigable hay un equipo de expertos que convierte ese archivo en un producto físico de alta calidad.
No se trata solo de imprimir, sino de interpretar correctamente la intención del diseñador, asegurar que los colores sean fieles, que el corte sea preciso, que los acabados respeten el estándar solicitado. Cada paso está cuidadosamente supervisado, y cada detalle es atendido por profesionales que conocen a fondo los materiales, las máquinas y las técnicas.
Esta combinación entre tecnología de vanguardia y supervisión humana permite que Exaprint mantenga una calidad constante y pueda adaptarse rápidamente a las necesidades cambiantes de sus clientes.
Producción local: rapidez, control y confianza
Una de las grandes fortalezas de Exaprint es que produce localmente. Al contar con su propio taller en España, tiene el control absoluto sobre la cadena de producción, lo que se traduce en mayor rapidez, mayor capacidad de reacción ante imprevistos y, sobre todo, más confianza por parte del cliente.
En un mercado dominado por grandes plataformas de impresión online que externalizan su producción a otros países, Exaprint apuesta por un modelo más cercano y responsable. Esa cercanía no solo acorta los plazos de entrega, también permite ofrecer una atención más personalizada, garantizar la calidad y fomentar el empleo local.
El valor del oficio: más que imprimir, es cuidar el detalle
En Exaprint, la impresión es tratada como un oficio. Aunque las máquinas hacen el trabajo pesado, son las personas quienes aportan el conocimiento que asegura que cada encargo salga perfecto. Saber cómo tratar un papel específico, qué hacer ante un archivo mal preparado, cómo ajustar un color complejo… son habilidades que no se aprenden en un tutorial, sino con años de experiencia.
Ese saber hacer es lo que diferencia a un proveedor técnico de un verdadero socio creativo. Exaprint no solo imprime: acompaña, asesora y soluciona problemas. Y esa cercanía se valora cada vez más en un sector que, por momentos, se ha vuelto impersonal.
La impresión, como cualquier otra industria, tiene un impacto ambiental. Pero eso no significa que deba ignorarse. Exaprint lo tiene claro y ha desarrollado una política activa de sostenibilidad: utiliza papeles certificados FSC, tintas vegetales, materiales reciclables y procesos eficientes que reducen el desperdicio.
Además, busca optimizar la producción para minimizar el uso de energía y reducir emisiones. También promueve productos sostenibles entre sus clientes, demostrando que es posible combinar estética, funcionalidad y respeto por el medio ambiente.
En tiempos donde lo digital parece dominarlo todo, el acto de imprimir puede parecer secundario. Pero para quienes trabajan en comunicación visual, tener un producto impreso sigue siendo una parte esencial del mensaje. Un catálogo, una tarjeta, un packaging bien diseñado… no solo se ve, se toca, se siente. Tiene peso, textura, presencia.
Exaprint entiende esta dimensión sensorial y emocional de la impresión. Por eso, más que vender productos, ofrece una experiencia: desde el primer clic hasta que el cliente recibe el pedido en sus manos.
