Acaba de comenzar la campaña del Impuesto sobre la Renta y la Agencia Tributaria ya se ha convertido en objeto de deseo de los ciberdelincuentes. El organismo público ha sido víctima de un nuevo phishing (suplantación de identidad por Internet). Los declarantes reciben un correo electrónico y al tratar de descargar el archivo adjunto, sus ordenadores quedan infectados. El modelo mafioso se completa cuando el ordenador queda completamente en manos de los piratas que exigen dinero para el envío de una clave con la que liberar el dispositivo.
Así lo ha asegurado el Instituto Nacional de Ciberseguridad (Incibe), que señala que el sistema empleado por estos terroristas informáticos es el denominado ransomware, un tipo de programa informático malintencionado que restringe el acceso a determinadas partes o archivos del sistema infectado y pide un rescate a cambio de quitar esta restricción.
Incibe alerta de que la cadena de distribución francesa Carrefour también ha sido objeto de un phishing, en su servicio Pass. En este caso, la suplantación de identidad se disfraza de alerta al usuario “sobre supuestos problemas con su tarjeta de crédito del hipermercado y se le requiere vía correo electrónico la confirmación de sus datos personales y bancarios”.
La ciberseguridadconstituye probablemente el principal problema tecnológico de las pymes. El desarrollo del seguro en este terreno aún se encuentra lejos de un nivel óptimo. Se calcula que el pasado año, los ataques cibernéticos a las pequeñas y medianas empresas españolas pueden llegarle a costar hasta 50.000 euros a cada compañía.
Contra los datos almacenados
Estos ataques siempre se producen contra la información de las empresas, de tal modo que si no se cuenta con duplicado de los archivos de uso habitual, las empresas quedan en manos de los mafiosos, al no poder continuar con un funcionamiento normal de sus actividades.
