Las impresoras compartidas son, desde hace años, un recurso muy utilizado, tanto a nivel profesional como a nivel particular. Esto tiene una explicación muy sencilla, pero antes de entrar a verla vamos a explicar qué es exactamente una impresora compartida.
Podemos definir como tal a cualquier tipo de impresora que está presente en un entorno profesional o doméstico, y que es utilizada de forma regular por más de una persona. Por ejemplo, esa impresora que tienes en casa, y que utilizáis tú, tu pareja y tus hijos sería una impresora compartida, y también lo es esa otra impresora que compartís varios compañeros de trabajo en la oficina.
Contar con impresoras compartidas tiene una ventaja importante, y es que una sola impresora nos permite cubrir las necesidades de varias personas. No necesitas tener una impresora para cada miembro de la familia, y tampoco es necesario tener una impresora para cada trabajador, eso está claro. Obvia decir que esto supone una ventaja importante, y es que reduce el gasto que debemos hacer para cubrir las necesidades de impresión de nuestra familia, y de nuestros trabajadores.
Sin embargo, gestionar y mantener impresoras compartidas puede acabar siendo problemático, tanto por el tema del control y el suministro de la tinta como por los costes y el reciclaje de los consumibles.
¿Qué problemas presentan las impresoras compartidas?
Vamos a verlo con un par de ejemplos, uno enfocado al ámbito profesional y otro al sector doméstico. Imagina una oficina con una impresora que comparten cinco trabajadores. Esos cinco trabajadores deben asumir una serie de responsabilidades básicas para hacer un aprovechamiento óptimo de la impresora:
- Controlar los niveles de tinta de los cartuchos, informar a sus compañeros cuando los niveles estén bajos y salir a comprar nuevos cartuchos cuando sea necesario.
- Hacer un uso eficiente de la impresora, controlando el uso del color y la calidad utilizada en sus impresiones para no disparar los costes, y para no agotar los cartuchos de forma prematura.
- Retirar los cartuchos y proceder a su reciclaje cuando estos se hayan agotado.
Si los trabajadores que comparten impresora no cumplen con esas obligaciones, la empresa, y ellos mismos, tendrán problemas:
- Se quedarán sin tinta en el peor momento posible, y no tendrán a mano cartuchos de repuesto. Imagina la escena, un compañero terminó de imprimir un proyecto hace unas horas, no te avisó de que quedaba poca tinta, fuiste a imprimir tu trabajo y no pudiste hacerlo porque se agotó la tinta.
- Si no se hace un uso eficiente de la tinta, la empresa tendrá que adoptar políticas de control y de fiscalización, con todo lo que ello supone. Los costes serán, además, un problema mes a mes.
- El reciclaje es un compromiso de todos, pero establecer medidas que lo posibiliten y cumplirlas puede acabar costando tiempo y dinero.
Cuando hablamos de impresoras compartidas a nivel familiar, nos encontramos con una realidad idéntica a la que hemos expuesto anteriormente, solo que adaptada al ámbito familiar. Imagina esa misma escena, pero a un nivel familiar: tu hijo lleva un buen rato imprimiendo sus dibujos favoritos para decorar su habitación, pero no te avisa de que la tinta casi se ha agotado. Llega el domingo, te dispones a imprimir el proyecto que tienes que entregar el lunes, y descubres que no puedes hacerlo porque no queda tinta.
El lunes te toca madrugar más para ir corriendo a la tienda y comprar nuevos cartuchos. Tendrás que gastar bastante dinero, y deberás buscar una manera de reciclar los cartuchos que se han gastado.
¿Cómo me ayuda HP Instant Ink?
Con el servicio de reposición de tinta HP Instant Ink todos esos problemas son cosa del pasado. Cuando te das de alta, la impresora pasará a controlar los niveles de los cartuchos de tinta, liberando a todos los usuarios de esta tarea, y realizará un pedido cuando detecte que los cartuchos están próximos a agotarse. No importan si los usuarios de impresoras compartidas no se avisan entre ellos del estado de los cartuchos, la impresora cubrirá esa tarea.
Tampoco será necesario perder el tiempo saliendo a comprar tinta, ya que los nuevos cartuchos nos llegarán a domicilio y sin gastos de envío. Solo tendremos que proceder a cambiar los cartuchos cuando toque. Tampoco tendremos que volver a preocuparnos por el consumo de tinta, puesto que los cartuchos de HP Instant Ink son de alta capacidad (imprimen más páginas por cartucho), y este servicio solo tiene en cuenta las páginas que imprimimos, no la tinta que gastamos. Tu hijo podrá imprimir todos los dibujos que quiera, en color y a toda página, y los empleados podrán trabajar en color y con la máxima calidad sin que los costes de impresión cambien.
En cuanto al reciclaje, los cartuchos que utiliza HP Instant Ink se pueden reciclar sin coste a través de los sobres con franqueo pagado que incluye el servicio. Solo tendrás que introducir los cartuchos en el sobre y enviarlo, así de cómodo. Si tienes una impresora compartida, en casa o en la oficina, no lo dudes, HP Instant Ink es la opción más inteligente.
