En Lifehack nos muestran cómo, incluso en estos encuentros aparentemente informales, necesitamos contar con un plan previo y unos objetivos bien definidos si no queremos que acudir a dichos eventos no se convierta en una pérdida de tiempo.
Cámaras de Comercio, asociaciones empresariales, organizaciones privadas… cada vez son más las instituciones que organizan sesiones de networking dirigidas a emprendedores y profesionales que acuden en busca de nuevas oportunidades de negocio.
Define tu objetivo
Acudir a un evento de networking o una conferencia sin tener un objetivo previo bien definido es, a menos de que se produzca un milagro de última hora, una completa pérdida de tiempo. Sin saber previamente lo que queremos obtener básicamente lo que haremos es saltar de una a otro grupo intercambiando pocas palabras de cortesía para después acabar reunidos la mayor parte del tiempo con personas a las que ya conocemos.
En este sentido, debemos de tener muy claro qué es lo que estamos buscando cuando acudimos al evento. ¿Inversores para nuestro proyecto? ¿Socios para la internacionalización de nuestra empresa? ¿Nuevos proveedores? Esto nos ayudará a focalizar nuestra atención en las personas apropiadas, convirtiendo el encuentro en una oportunidad de negocio.
Determina quiénes son las personas que nos interesa conocer y realiza una pequeña investigación previa
Una vez que hemos determinado qué es lo que queremos obtener de un determinado evento, tenemos que determinar la estrategia que nos va a permitir obtener los resultados que esperamos, que pasa inevitablemente por determinar con qué personas nos interesa establecer contacto.
Un buen primer paso es algo tan sencillo como visitar la web del evento, donde normalmente podremos consultar la lista de personas que se han inscrito al mismo. De esta forma podremos determinar si nos interesa conocer a una persona en particular, ya que en muchos casos también suelen proporcionar información sobre sus cuentas en LinkedIn, Twitter, etc.
Además, también resulta una buena idea conocer de cerca el perfil profesional de los ponentes encargados del panel de conferencias, ya que suelen ser grandes expertos en temas muy concretos que nos pueden poner en contacto con las personas o las empresas adecuadas.
Una vez que hemos identificado a las personas que queremos conocer, tenemos que realizar una tarea de investigación previa. Si disponen de un blog personal por ejemplo, no está de más conocer los temas sobre los que suelen escribir, o si suelen escribir en publicaciones tradicionales conviene que sepamos cuáles son los temas que más les gusta tratar. Hay que recordar que no sólo se trata de intercambiar meras formalidades, sino encontrar puntos de interés común, temas de los que hablar.
Prepara una guía para el evento
Durante un evento de networking puedes llegar a conocer a decenas de personas. ¿Estás seguro que vas a poder recordar todos sus nombres (incluso teniendo sus tarjetas de contacto? Cuando ya haya pasado todo… ¿recordarás la impresión que te causó cada una de las personas con las que tuviste la oportunidad de charlar? ¿Recordarás todos los temas importantes que que abordaste durante esas dos horas de «frenesí»? La respuesta es «NO».
Por este motivo y para no perder la oportunidad de cerrar un buen negocio por culpa de una mala memoria, no hay nada mejor que llevar con nosotros una pequeña pero utilísima guía que nos va a ayudar en el evento. En primer lugar, anotaremos todos los nombres de las personas que queremos conocer (incluso con su foto si la hemos obtenido). Bajo cada nombre podemos escribir los temas que queremos tratar con cada persona, o una breve impresión previa que nos hemos formado.
Terminado cada uno de los encuentros, podemos tomarnos unos minutos para añadir datos adicionales como si deseamos volver a contactarlo en un futuro, la impresión que hemos obtenido, etc. Esta pequeña guía podemos llevarla en un cuaderno, aunque una manera más discreta de hacerlo es albergarla en nuestro smartphone.
Tres pequeñísimos consejos
Durante el transcurso del evento hay algunos consejos que no debemos dejar de lado. Son los siguientes:
– Siempre que tengas la oportunidad ofrece tu tarjeta de visita a una persona que pienses que merece la pena conocer más de cerca. Si por algún motivo de uno de tus encuentros deduces que tu interlocutor está interesado en conocer a alguien que tú ya conoces, facilita el encuentro actuando como intermediario.
– Tal y como ocurre en una cita romántica, resulta mucho más significativo una invitación a cenar que otra a tomar un café. En este sentido, ten presente que si alguien muestra su interés por comer o cenar con nosotros, no podemos dejar escapar la oportunidad.
– Intenta ser invitado a algunas de las redes sociales en las que participa la persona que nos interesa. Una invitación en Facebook o en LinkedIn nos puede abrir muchas puertas.
Después del evento
No importa lo buena que haya sido tu investigación previa o lo bien que te haya ido conversando con tus «objetivos». Todo ese esfuerzo no habrá servido de nada si después no realizas un seguimiento de cada uno de tus contactos.
Una buena regla consiste en enviar un e-mail a tus contactos transcurridos tres o cuatro días del evento. Más tarde podemos realizar una llamada telefónica y comenzar así a cultivar una relación que puede proporcionarnos resultados interesantes.
