Si no quieres pagar una licencia de Microsoft Office, no te acaba de convencer Open Office y todavía no te decides a dar el salto a las suites on-line, probablemente Lotus Symphony es lo que estás buscando: una completísima suite ofimática gratuita de la mano de IBM.
Lotus Symphony recuerda en muchísimos aspectos a Office, (en sus versiones de 1997 hasta 2003) y en muchos otros introduce elementos más que interesantes, especialmente adaptados a entornos corporativos.
Hay que reconocerlo. En el terreno de las suites ofimáticas no hay grandes alterantivas. Microsoft Office copa prácticamente la totalidad del mercado, y aunque existen iniciativas muy encomiables y de calidad como Open Office, flaquean si necesitamos llevar nuestra hoja de cálculo o nuestro procesador de texto a un nivel superior al del usuario medio. Por este motivo, encontrar un producto como Lotus Symphony supone una bocanada de aire fresco que puede convencer a más de una pyme.
Primeras impresiones
Microsoft hizo una apuesta muy arriesgada en el diseño de Office 2007. ¿Ha funcionado? Depende a quién preguntemos. Muchos están encantados con la nueva distribución de los menús, que en teoría están diseñados para facilitarnos la experiencia de uso pero otros, como el periodistas que escribe estas líneas no acaba de acostumbrarse a un programa que se empeña en ocultar las opciones disponibles.
En este sentido nuestra primera impresión al utilizar Symphony es bastante positiva ya que es muy parecido a cómo solía ser nuestro querido Office. Todos los menús y opciones son más fáciles de localizar y utilizar, y si estamos acostumbrados a trabajar con Word, por ejemplo, utilizar el procesador de textos de Symphony es un juego de niños. Las opciones son prácticamente idénticas y su funcionalidad y potencia muy similar.

Como ya hemos comentado, Symphony puede hacer prácticamente todo lo que Office hace. Quizás, destaca por el uso de sus iconos, que hacen más sencillo acceder a tareas comunes. IBM ha intentado evitar largos menús de opciones, para ofrecernos los iconos que más se asocian a la tarea que estamos desarrollando en cada momento. Y aunque en este punto hay ciertas similitudes con Office 2007, nos parece que el sistema es más sencillo de utilizar, mucho más visual e intuitivo.

Inconvenientes
Pocos inconvenientes podemos resaltar de esta suite ofimática. Quizás flaquea un poco en el apartado de presentaciones, ya que tanto los diseños como las opciones disponibles están orientadas a un mercado muy corporativo, dejando fuera presentaciones más originales y creativas. En este sentido, el producto no parece el más adecuado para un profesional de la comunicación o el diseño pero cumple perfectamente su función en entornos empresariales.
