Pese a los esfuerzos del Gobierno para promocionar el trabajo a tiempo parcial, parece que esta modalidad no tiene un respaldo signficativo en España. De hecho, un reciente informe señala que el 45% de los trabajadores a tiempo parcial prefiríran en realidad una jornada completa.
El informe que ha sido elaborado por Agett, señala además que la crisis no ha incrementado significativamente el número de trabajadores a tiempo parcial, ya que sólo se ha elevado 1,2 puntos en los últimos dos años.
De hecho, la tasa española es las más baja de los países del entorno y 6,4 puntos inferior a la media de la UE-27 (18,7%), al estar muy por detrás de países como Holanda (48,3%), Suecia (26,2%), Alemania (26,2%) o Dinamarca (26,1%).
En el último año la tasa se ha incrementado en 85 décimas, aunque los incrementos son muy dispares si se analizan por género. Así, la tasa de parcialidad de las mujeres es del 22% frente al 4,4% de los hombres, aunque es la parcialidad masculina la que lastra la media nacional, ya que la femenina está más armonizada con la media europea.
De estas cifras se deduce que en España son mayoritariamente las mujeres las que se acogen a esta modalidad de contratación encaminada a favorecer la conciliación entre la vida familiar y laboral, ya que ocho de cada diez de los trabajadores a tiempo parcial son mujeres (el 78,4% del total).
El grupo de edad en el que se marca más la diferencia entre mujeres y hombres es el de 40 a 44 años, con una distancia de 77,7 puntos porcentuales a favor de las mujeres, que alcanzan el 88,9% de los trabajadores a tiempo parcial para ese grupo de edad.
Además, los varones ocupados a tiempo parcial se concentran más en edades más tempranas (38,8% en los menores de 25 años), mientras que en las mujeres son los grupos de edad de entre 30 y 60 años los que mayor porcentaje tiene de trabajadoras con esta jornada (85,4% del total).