La economía española se sitúa en 2010 en el puesto 32 dentro del índice de fomento de las relaciones comerciales elaborado anualmente por el Foro Económico Mundial, lo que supone un retroceso de cinco posiciones respecto al año anterior. Singapur y Hong Kong repiten en la cabeza de la clasificación.
España obtiene una puntuación total de 4,70 puntos, sobre un máximo de siete puntos, y se ha visto superada en la edición de 2010 por las economías de Chipre, Omán, Israel, Malasia e Islandia, que el año pasado no formaba parte del estudio.
Entre los distintos aspectos analizados en el informe, España registra su peor puntuación en el apartado referido al acceso a los mercados, que valora el nivel de protección de los mercados económicos, la calidad de su régimen comercial, y el nivel de protección al que un país exportador se enfrenta en destinos a los que se dirige, donde se sitúa en el puesto 102, de un total de 125, con una puntuación de 3,72 puntos.
El apartado referido al entorno económico en general, que analiza el entorno regulatorio y la seguridad física, supone el segundo peor dato para España, que se sitúa en el puesto 46 con 4,64 puntos.
Por su parte, España aparece en el puesto 28 en el apartado destinado a analizar la administración de aduanas, con 5,09 puntos, mientras logra su mejor puntuación en el apartado de transportes e infraestructura de comunicaciones, donde ocupa la posición 17, con 5,34 puntos.
Dentro de los diferentes subsectores analizados en el informe, España logra sus mejores registros en los aranceles a las importaciones, donde ocupa el cuarto lugar, mientras que ocupa el quinto lugar en servicios del Gobierno a través de Internet y es la octava economía en la clasificación de interconexiones portuarias.
Por contra, los peores resultados del informe son los referidos al impacto económico del terrorismo, donde España ocupa el puesto 112, así como la complejidad de los aranceles, donde se sitúa en la posición 96.
