Diseñar un eslogan publicitario (Copy) no es fácil. De hecho, muchos de ellos, afirman los medios especializados, simplemente «apestan». Muchas veces no escogemos las palabras adecuadas, o no entendemos cómo conectar con nuestra audiencia..o incluso no sabemos cuál es el mejor canal.
En este artículo os mostramos diez problemas comunes que podemos encontrarnos a la hora de idear un copy. Además, os mostramos algunas pinceladas sobre cómo podríamos mejorar el mensaje para que realmente funcione.
1. Eres arrogante
Si tu «Copy» versa básicamente sobre tí mismo y lo buenísimo que eres, difícilmente podrás conectar con nuevos clientes. En vez de eso, resulta mucho más útil redactar un copy teniendo a la audiencia como foco del mensaje. En este caso, el objetivo es simple: ayudar a tus potenciales clientes a conseguir algo que en realidad ya desean.
Es decir, son sus necesidades las que deben guiar tu mensaje y no al revés. Muéstrales como puedes dar respuesta a esas necesidades en vez de contarles lo maravilloso que eres.
2. Utilizas un lenguaje demasiado comercial
Después de años de publicidad y marketing, la mayoría de los consumidores huelen los mensajes prefabricados a distancia. El lenguaje típico de la «teletienda» es cosa del pasado y utilizar un lenguaje comercial clásico no parece la mejor idea en la era de la web 2.0 y las redes sociales.
Si nuestro mensaje suena excesivamente comercial, la confianza se resiente y es que ya no basta con vender un producto, sino que la audiencia quiere algo más (por ejemplo, una idea o una experiencia a la que asociar dicho producto).
3. Das demasiados rodeos
Al grano. Los consumidores (como por otro lado todos los demás) son personas «muy ocupadas» que no pueden «perder el tiempo» con rodeos o intentando descifrar tu mensaje. Son además literalmente bombardeados por miles de mensajes al día, mejores, peores o iguales al tuyo.
Esto quiere decir que en realidad, tenemos pocos segundos para «colocar» el mensaje, por lo que a menos que sea bueno y diga lo que tiene que decir de forma efectiva, pasará totalmente desapercibida.
4. Resultas aburrido
Una cosa es no utilizar un lenguaje excesivamente comercial y otra muy distinta es crear un copy francamente aburrido. Al final, el secreto de un copy que funciona es el gancho que invita al consumidor a querer saber más, que despierta su curiosidad, o que simplemente atrae desde el primer momento.
El copy que diseñes debe ser «motivante» y sobre todo, llamar a la acción. No seas pasivo, comprométete con tu audiencia de forma activa sugiriéndole los mensajes adecuados.
5. No resultas creíble
No hagas promesas que no vas a poder mantener. Los consumidores disponen hoy en día de más información que nunca por lo que cualquier «salida de tono, error o exageración por tu parte, será puesta al descubierto de forma inmediata.
Si se da el caso, tu imagen resultará seriamente dañada y hagas lo que hagas te costará un mundo recuperar tu reputación anterior. Sé honesto y transparente desde el primer momento y no tendrás motivos para arrepentirte.
6. No estás diciendo lo que la gente quiere oír
Seamos serios. Nadie compra «El Mundo» para leer como se defiende al Gobierno o espera escuchar en «La Cope» una ligera crítica a la Iglesia. En el fondo, aunque a todos nos gusta estar informados, lo que nos gusta aún más es que lo que nos cuentan se corresponda exactamente con nuestra forma de pensar.
Odiamos que se vean comprometidas nuestras ideas políticas, religiosas, culturales, etc. y normalmente sólo escuchamos lo que queremos escuchar. En publicidad pasa lo mismo. Antes de tu próxima campaña, descubre qué es lo que tu audiencia quiere oír y sírveselo en bandeja.
7. No estás utilizando los canales adecuados
Todos tus esfuerzos pueden quedar en nada, si tus mensajes no están posicionados en un medio que va a llegar a tu público objetivo. Por ejemplo, si lo que pretendes es convencer a los mayores de 65 años de que necesitan un nuevo audífono (el que tu vendes) probablemente lo más inteligente no sea lanzar una gran campaña en redes sociales, un medio en el que la presencia de este tipo de público es escasa.
Este punto se complementa pues con el anterior. Tienes que dar a tu audiencia lo que quiere, pero además tienes que servírselo en el lugar en el que se encuentra.
8. Vendes la piel del oso antes de cazarlo
Por supuesto, te aseguramos que tu campaña va a ser un absoluto fracaso si piensas que todo lo que tienes que hacer es tener un buen producto y lanzar una campaña de marketing dimensionada. Antes de eso, necesitas investigar a tu competencia, el mercado en el que te mueves, las debilidades de tu sector, descubrir dónde se ocultan las oportunidades, etc.
Aunque este es un artículo de cómo no hacer un mal copy, ni el mejor copy del mundo podrá salvarte si no haces bien el trabajo previo.
9. Estás apostando por un solo medio
Llegar al sector de potenciales clientes que te interesa supone, entre otras muchas cosas, apostar por varios medios. Resulta evidente que una campaña diversificada, que cubra un amplio espectro de medios (tanto on-line como tradicionales) va a tener más difusión que una campaña que incluso con el mismo presupuesto se obstine por centrar todos sus esfuerzos en una determinada cabecera o incluso en un único tipo de canal.
10. Lo que dices, no tiene sentido
A menos que no estés lanzando un producto para un nicho muy concreto, deberías evitar todo tipo de lenguaje que pueda llevar a confusión o a malos entendidos. En este sentido, lo mejor es evitar todo tipo de jergas, expresiones coloquiales, localismos e incluso dobles sentidos que no pueden ser tan evidentes para muchas personas. Cuanto más global quieras ser, más neutro debe ser el mensaje.
