Una de las gratas consecuencias de el auge de las redes sociales y el uso de los smartphones es que el cuponing (el uso de cupones descuento y ofertas) ha vuelto a España con más fuerza que nunca.
Webs especializadas como Oportunista.com o City Deal están en boca de todos, e incluso aplicaciones especializadas por Tooio se han hecho un hueco en los teléfonos de todos los usuarios dispuestos a cazar la última ganga. Visto lo visto… ¿crees que deberías utilizarlos en tu negocio? Te mostramos cuándo hacerlo.
Los cupones de descuento tienen fama de ser una estrategia de marketing win-win. El cliente tiene acceso a suculentas ofertas y la empresa por su parte amplía su capacidad de llegar a una mayor base de potenciales clientes, que tal vez en un futuro estén dispuestos a repetir sin necesidad de utilizar ningún cupón como incentivo. El uso de estos cupones parece por lo tanto un negocio redondo pero… ¿cuándo debemos usarlos?
Exceso de inventario
Si en un momento determinado te encuentras con un exceso de inventario, y sobre todo si ese exceso de inventario te está costando más de lo deseable en términos de almacenamiento, una buena forma de «limpiar tu casa» es promocionar estos artículos de más a través de este canal de cupones de descuento, incluso a riesgo de reducir sensiblemente tu margen de beneficios.
Compras futuras
Los cupones de descuento son una buena arma si estás convencido que la calidad de tu producto llevará a tus clientes a «volver a por más» una vez que haya terminado el plazo de la oferta. Esto es especialmente útil cuando queremos lanzar un nuevo producto al mercado ya que en realidad, más que perder dinero sobre el producto lo que estamos haciendo es invertirlo sobre el coste de adquisición de un nuevo cliente.
Compras adicionales
Incluso en el caso de que tu cliente sólo acuda con la intención de invertir su dinero en la oferta que le estás proporcionando en el cupón (sin ninguna intención de volver a pasar por tu establecimiento), el sólo hecho de atravesar la puerta puede conducirle a alguna compra adicional e inesperada. Por ejemplo si estás ofreciendo dos sandwiches por el precio de uno, puede que además de los sandwiches decida comprar unas patatas fritas y por qué no, un refresco y una ensalada.
Exceso de capacidad
El exceso de capacidad se refiere principalmente a un servicio que sólo se cubre en su totalidad en momentos puntuales. Un ejemplo clásico es el de la localidad turística en la que recalan cruceros que realizan su ruta por el Mediterráneo. Cuando los barcos llegan al puerto, una marea de turistas pueden literalmente invadir bares y restaurantes (que optan por ampliar sus instalaciones para cubrir esa demanda). Pero cuando los barcos se van, o llega la temporada de invierno, los mismo establecimientos se encuentran en una situación de exceso de capacidad. Una buena forma de mitigar este efecto es precisamente, el cupón de descuento.
Atraer a un público joven
Está demostrado que la inmensa mayoría de los usuarios que utilizan cupones de descuento se encuentran en una franja de edad comprendida entre los 18 y los 34 años. Además, curiosamente más de 60% de los usuarios suelen ser mujeres. Si lo que te interesa es atraer a este nicho a tu negocio, tienes el arma perfecta a tu disposición.
Darte a conocer
Si tu negocio es nuevo en el barrio o en la ciudad, desde luego el cupón de descuento es una excelente forma de darte a conocer. Puede ayudarte a canalizar la organización de fiestas de inauguración, eventos especiales, veladas exclusivas, etc. Pocas veces una acción de marketing puede salirte tan barata.
Cuándo no es una buena idea utilizar cupones
Aunque como hemos visto hasta ahora el cupón de descuento es un instrumento que se adapta a mil y una posibilidades, existen algunas situaciones en la que es mejor no utilizarlos. Son las siguientes.
No estás preparado para atender a una gran cantidad de clientes
Por su misma naturaleza, los cupones de descuento tienen el potencial de atraer a un gran número de clientes a nuestro negocio. En este sentido, tenemos que asegurarnos que estamos preparados logísticamente para atender esa demanda extra con la que habitualmente no contamos. Si nuestra organización no cumple con las expectativas puede que los clientes vengan una vez, pero seguramente no repetirán.
No eres capaz de generar compras adicionales o compras futuras
Si después de un tiempo probando con los cupones de descuento llegas a la conclusión que los clientes no realizan compras adicionales y tampoco «vuelven a por más» es que algo está fallando. Probablemente no hayas construido una relación sólida con tus potenciales clientes o lo que ofreces no acaba de colmar sus expectativas. En cualquier caso, estás perdiendo dinero.