La inmensa mayoría de los funcionarios no aspiran a progresar en su trabajo, pese a que tienen posibilidad de hacerlo. Según Randstat Workmonitor, únicamente el 10% de los funcionarios están interesados en promocionarse, frente al 54% que no se lo plantea y un 46% que se muestra indiferente.
Este fenómeno no sólo se da en nuestro país, sino que del estudio de Randstat, para el cual se ha recabado la opinión de más de 48.000 trabajadores de 24 países se deduce que se trata de un fenómeno global.
Randstad subraya que esta falta de motivación entre los empleados públicos coincide con su escasa necesidad de hacer algo diferente en su puesto de trabajo. Más de la mitad, en concreto el 53,3%, no tiene esta inquietud, frente al 8,7% que sí declara estar buscando un cambio de actividad. El resto se muestra indiferente.
Fuera de España, la mayor parte de los empleados públicos tampoco están centrados en su promoción. Únicamente los funcionarios de la India y de México están pensando en mejorar su situación actual, en contraste con los países nórdicos, donde los índices de cambio profesional son muy bajos y no pasan del 6,3%.
La explicación para esta ausencia de ambición por ascender se halla, según Randstad, en que las posibilidades reales de los funcionarios de promocionarse o de cambiar de tarea una vez llegan a su puesto son reducidas, pues hay que pasar por un largo proceso, lleno de sacrificios y en el que deben competir con otros profesionales.
Satisfacción general con su empleo
Una vez alcanzan su puesto, los empleados públicos son quienes muestran mayores tasas de satisfacción con su empleo. En España, siete de cada diez funcionarios afirman sentirse muy satisfechos (22,7%) o satisfechos (46,7%) en su puesto de trabajo.
Esta sensación también se observa en todos los países analizados en el estudio. El nivel de satisfacción de los empleados públicos es «claramente alto» en países como India (82,4%), Holanda (79,5%), Noruega (79%) o México (78,2%).
Uno de los factores que puede influir en esta percepción de los empleados públicos es la seguridad laboral que obtienen al ganarse una plaza en la Administración, por encima de factores como el salario o la responsabilidad del puesto. En este sentido, Randstad alega que la crisis ha podido incluso potenciar que los empleados públicos valoren aún más su estabilidad laboral.
