Ya se han casado. El príncipe Guillermo de Inglaterra y Kate Middleton ya se han hecho marido y mujer. Un boda real que ha dado mucho que hablar y no sólo eso sino que se ha convertido en un negocio para miles de empresas por el merchandising que se ha generado alrededor de la pareja y el acontecimiento. Pero ¿ha sido bueno para las pymes británicas?
El cuento de princesas ya se ha celebrado. La elegancia y la puntualidad británica han sido la tónica general de un evento esperado por miles de personas en todo el mundo. Sin embargo, este momento de alegría y festejo para muchos, es un problema de pérdidas económicas para otros.
La Federación de Pequeñas Empresas calcula que los días festivos que se ha establecido con motivo de la boda real en la Abadía de Westminster de Londres podría costarle a la economía unos 6.720 millones de euros aproximadamente, diez veces más que los 694 millones de euros que, según Verdict Research, sumarán las ventas de recuerdos de la boda a la economía.
Andrew Cave de la Federación de la Pequeña Empresa explica que «los más afectados serán los pequeños fabricantes y empresas de transporte con plantillas de hasta 6 personas. Es posible que tengan que cerrar durante la mayor parte de la semana, precisamente cuando estamos intentando salir de la una recesión. Así que no es el momento adecuado para dejar de trabajar durante tanto tiempo.«
Eso sí no todos perderán. De hecho, esta prologanción de la Semana Santa ha hecho que muchos británicos hayan aprovechado para salir de Inglaterra durante unos días para buscar tranquilidad y descanso. Así, las agencias de viajes harán su particular agosto real con destinos como España.
