El presidente de la CEOE, Joan Rosell, ha vuelto a declarar que su organización no está dispuesta a vincular los salarios a la evolución de la inflación. Para el líder de la patronal, «este sistema ha quedado un poco anticuado», por lo que es fundamental apostar por otro que «ligue los salarios con la productividad».
En la presentación de un documento sobre la industria realizado con el Círculo de Empresarios, Rosell intentó aclarar que algunos convenios se firmaron en 2006 o 2007, cuando aún la economía «iba hacia arriba». «Pero ya llevamos unos años que vamos hacia abajo», lamentó, con especial hincapié en 2009, el año que marcó la gran recesión.
Por ello, la patronal espera que se imponga «la realidad a la legalidad». «Nuestra reforma no es la reforma de los empresarios, sólo estamos intentando influir en que sea la mejor reforma para la economía española, y lo que proponemos no es ninguna barbaridad», dijo Rosell antes de pedir «confianza» en sus propuestas.
El líder de la patronal volvió a recurrir al paradigma de Alemania, que en su opinión ha logrado salir de la crisis porque se «reaccionó antes» y decidieron «amoldar» los salarios a la realidad económica y no a lo firmado.
Así pues, el patrón de patronos aconsejó «tecnificar» el IPC actual de España, ante la evolución e influencia de los precios de los transportes y energéticos, al tiempo que constató que ya existen «muchas empresas» que están indexando los sueldos a la productividad, como en el caso de Iberdrola.
«Ligar salarios a productividad es lo que hay que hacer», afirmó, para después augurar que se irá produciendo «un cambio» en la firma de convenios para dejar de fijar los salarios al IPC.