El Gobierno se encuentra ya estudiando un primer borrador sobre el cual legislar en materia de negociación colectiva. Después de que patronal y sindicatos hayan fracasado a la hora de llegar a un acuerdo en la materia, el Ejecutivo se ve obligado a actuar rápìdo con el objetivo de, una vez más, «calmar a los mercados».
De esta forma, el Ejecutivo abordará un primer informe sobre la situación remitido por el ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, aunque, tal y como ha declarado el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, la reforma no se aprobará hasta el Consejo de Ministros del próximo 10 de junio.
La ruptura de las negociaciones constatada en una reunión mantenida el jueves entre los secretarios generales de CC.OO. y UGT, Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez, y el presidente de la CEOE, Juan Rosell, ha hecho que sea el Gobierno el que tome las riendas para aprobar su propia reforma.
Según ha adelantado en varias ocasiones el propio ministro de Trabajo, el Ejecutivo partirá desde los puntos de encuentro constatados entre las partes y ha dejado claro que tratará de buscar un «equilibrio» entre flexibilidad interna en las empresas y la protección de los derechos de los trabajadores.
Así, el Gobierno apuesta por acudir a mecanismos de arbitraje en caso de conflicto y ha avanzado que la nueva normativa no contemplará el decaimiento de los convenios colectivos cuando no haya acuerdo para su renovación.
