A las puertas del mes de agosto, numerosos estudiantes vuelven a ocupar bibliotecas y centros de estudio de toda España para prepararse el examen de Selectividad y dar el salto a la Universidad. Si bien antes la transición de la enseñanza secundaria al ámbito universitario ya era un hecho positivo, el panorama ha cambiado mucho en los últimos años. Antes tener una carrera universitaria era sinónimo de trabajo seguro, pero actualmente los jóvenes se encuentran con un panorama bien diferente: formación y capacitación no son sinónimos de empleo estable. Actualmente debemos hablar en términos de Expectativas de Ocupación Laboral. Es decir, según qué estudios se cursen así serán las posibilidades de encontrar un puesto de trabajo (un empleo, sin más, a secas, no entramos en estabilidad laboral…).
A golpe de desoladoras cifras de desempleo y paro, de escasas oportunidades laborales para los más jóvenes, parece que empezamos a ser más prácticos: hay que analizar el mercado económico, los sectores emergentes, las oportunidades de negocio… y formar profesionales para estas áreas y actividades. Eso se está notando en la formación de los españoles, que cada vez apuestan más por la Formación Profesional, cursando grados medios o superiores, en ¿perjuicio? De la Universidad.
Como muestra, un botón: existe un exceso de oferta universitaria, puesto que sobraba el 13% de las 2.396 titulaciones ofrecidas por los 47 campus públicos presenciales en el curso 2008-2009. Es lo que en el informe «La universidad española en cifras 2010» se llama «excedente de oferta»: hay 310 títulos tienen menos de 20 alumnos nuevos, según datos de 2008. Además, entre 1996 y 2008 ha decrecido el número de alumnos nuevos hasta un 15% en la Universidad. Sin embargo, no todo va a ser negativo en lo que respecta a tan insigne institución educativa, puesto que en 2010 se ha registrado un incremento en las matriculaciones de un 10%.
En lo que respecta a FP, sin lugar a dudas el aumento de estudiantes en los ciclos formativos y en los grados medios y superiores está siendo uno de los efectos más notables de la crisis. En los últimos dos años, el número de alumnos de Formación Profesional ha crecido un 13% motivado sin lugar a dudas por la alta inserción laboral de estas personas, que supera el 60% durante los primeros seis meses. Entre los títulos más demandados, los relacionados con imagen y sonido, educación física o monitor de tiempo libre. Los que tienen mejores perspectivas de futuro, los grados de Electricidad, Fabricación Mecánica, Mantenimiento, Administración e Informática.
