La diferencia entre la revisión de objetivos a finales de año y la de este tercer trimestre es que todavía estamos a tiempo para cambiar algunas cuestiones que no han ido del todo cómo esperábamos o que podemos mejorar. De ahí que esta revisión también nos sirva como reajuste.
La finalidad de la revisión de los objetivos no es otra que el saber si todo ha ido como tenía que ir. En algunos casos, los directivos intentan maquillar las cifras porque sus retribuciones extras se basan en estos datos. No obstante, tenemos que huir de toques porque simplemente nos distorsionarán la realidad.
Tal y como cuentan en LideraTV, los objetivos son como los raíles que encauzan el camino de una empresa. En algunas ocasiones hay que elegir desvíos porque por el camino nos encontramos trabas que nos impiden seguir. No obstante, hay que intentar que estos desvíos no nos desubiquen y no nos dejen llegar al punto final.
Las empresas recomiendan que la previsión sea la clave para que la revisión cuatrimestral de objetivos no sea un fracaso total. Además, este proceso sirve para saber qué falla y poder cambiar la estrategia antes de que sea demasiado tarde.
