La Asociación de Grandes Empresas de Trabajo Temporal (Agett), que representa a Adecco, Randstad, Unique y Eulen, ha pedido al Gobierno que les permita ampliar a su actividad más allá de la cesión temporal de trabajadores. La reforma laboral aprobada en septiembre de 2010 por el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero dio los primeros pasos para que las ETT pudieran tener consideración de «servicio de carácter público».
Ahora, el Gobierno de Mariano Rajoy quiere reforzar su colaboración con las administraciones en la búsqueda de empleo. Agett pide a través de un comunicado el desarrollo de «un mercado del trabajo temporal que huya de la precariedad laboral». Para ello reclama que sean los especialistas quienes lo desarrollen gracias a dos medidas: poder operar «de verdad» en todos los sectores y «no limitar su actividad a la cesión temporal de trabajadores», o lo que viene a ser lo mismo, convertirlas en «agencias privadas de empleo».
Para ello alude a la directiva 2008/104 CE del Parlamento Europeo y del Consejo Europeo y expone como argumentos que las empresas de trabajo temporal sirven como «pasarela hacia un empleo estable» para el 30% de sus empleados, «garantizan el pago de salarios» y «luchan contra la economía sumergida».
No obstante, la directiva contempla excepciones para las empresas usuarias que recurran a los trabajadores vinculados a la empresa de trabajo temporal por un contrato indefinido porque estos ya tienen una protección particular por este tipo de contrato.