Ramón Escolano, presidente del Instituto de Crédito Oficial (ICO), ha anunciado en su reciente comparecencia ante la Comisión de Presupuestos del Congreso de los Diputados la próxima desaparición de la línea de créditos oficiales denominada ICO-Directo.
Esta línea, creada en el año 2010, venía a cubrir, tal y como apunta UPTA España, «una reiterada petición de las organizacionales empresariales y de trabajadores autónomos que denunciaron sistemáticamente la escasa eficacia de las líneas de intermediación a través de agentes financieros, debido a la restrictiva política de Bancos y Cajas a la hora de aprobar su participación en los créditos y por los altos niveles de exigencia de garantías».
Sebastián Reyna, secretario general de UPTA, asegura que tan sólo con la mitad de los gastos que anualmente destina el ICO a publicidad «se podría haber financiado una red de mediadores que hubiera sido mucho más eficaz por su cercanía a los trabajadores autónomos». Para Reyna, la solución de eliminar la línea no es la adecuada: “Se trata de superar los errores de gestión, no de castigar al colectivo, frustrando una vez más sus aspiraciones financieras”.
UPTA ha anunciado que seguirá insistiendo en que, en esta nueva etapa, «el ICO apueste definitivamente por la creación de un sistema nacional de microcréditos de carácter mixto público-privado». Además, pedirá que «se potencie otra línea que también ha sido mal gestionada, como la que existe a través de la entidad pública CERSA, que permite la aprobación de avales a los proyectos empresariales viables, pero cuyos promotores no cuentan con garantías patrimoniales suficientes».
