Hace menos de un año, España amenazaba con convertirse en el balneario de Europa, un dudoso título que hasta ahora habían esgrimido con orgullo países con gran tradición como Hungría o República Checa. Sin embargo, la crisis lo es para casi todos y balnearios y spas de nuestro país están sufriendo una caída generalizada, debido en parte porque parece haber pasado la fiebre por este tipo de turismo.
Las cifras nos hablan de que el número de personas que han visitado las instalaciones de balnearios y spas urbanos cayó una media de un 15% durante 2011 al igual que lo hizo el descenso del gasto medio en un 22% a pesar de que la repercusión de esta última tuvo más impacto en esta rama del sector.
No obstante, el presidente de la Asociación Española de Balnearios Urbanos y Spas, Spatermal, Alfredo Pérez, considera que el hecho de que este tipo de instalaciones recibiera un 15% menos de visitas no significa una caída preocupante aunque, reconoce, que «sí lo es el descenso del gasto medio»
Pérez ha querido incidir en que el efecto ‘negativo’ de la crisis económica se ha notado, sobre todo, en el freno en la construcción del número de los espacios dedicados a ello que suman un total de 1.600 actualmente.
«En los últimos cuatro años y medio se llevaron a cabo más de 1.400 proyectos mientras que en estos meses de 2012 solo lo han hecho seis como consecuencia del freno que ha experimentado el sector hotelero español», ha lamentado.
A pesar de que España es el sexto país del mundo en la utilización de estas instalaciones de ‘relax’ con más de seis millones de usuarios al año, actualmente la evolución general es bastante irregular «con algunos establecimientos que han cerrado y otros con más ingresos», ha añadido Pérez.
No obstante, «los que peor lo están pasando son los locales con oferta solo de agua situados a pide calle debido a que el coste de mantenimiento de las instalaciones es muy elevado».
