Según un estudio realizado por ADT – Tyco Integrated Fire & Security, proveedor de soluciones de seguridad y anti-incendios a nivel mundial, el 94,5% de los comercios ha sido víctima de algún hurto llevado a cabo por grupos organizados de delincuentes que se apropian de mercancía ilegalmente y en grandes cantidades, y el 84,8% denuncia un aumento de este tipo de incidentes en los últimos tres años.
Entre los métodos más utilizados por estos delincuentes organizados, destaca el uso de inhibidores de frecuencia para bloquear los sistemas anti-hurto o el empleo de bolsas forradas de aluminio, que bloquean la señal de los sistemas de protección electrónica de artículos (EAS).
Los minoristas calculan que el 50% de la mercancía que se vende en Internet como “nueva y sin abrir” o “nueva y con etiquetas”, es robada u obtenida de forma fraudulenta. A través de la red, los criminales obtienen mayores beneficios que en sus canales tradicionales, como rastrillos, mercados callejeros o venta ambulante.
En su libro blanco “Desarrolle una buena defensa contra los grupos delictivos organizados”, ADT– Tyco repasa las medidas que pueden adoptar los minoristas para combatir este nuevo tipo de delincuencia. En él se detallan las soluciones tecnológicas disponibles para luchar contra la delincuencia organizada en los comercios.
Una de ellas, es reforzar las políticas actuales de protección, potenciando un entorno seguro con medidas visibles, formando a los empleados y endureciendo las medidas antifraude (devoluciones, tickets regalo, etc.).
Otra de las soluciones es desplegar nuevas medidas de protección electrónica frente al hurto, como por ejemplo estableciendo sistemas de vigilancia electrónica de artículos, o nuevas aplicaciones de los sistemas de CCTV, que permiten un seguimiento más exhaustivo de los clientes sospechosos, reconocimiento facial y de comportamiento
El paso final para proteger las tiendas del hurto organizado exige integrar todos los sistemas de protección del comercio (EAS, CCTV, detectores, sistemas RFID, control del tráfico en tienda, etc.), con el objetivo de conseguir sistemas de inteligencia capaces de reconocer y predecir los modelos y pautas de comportamiento, tanto de delincuentes como de clientes. De esta forma, los comercios no sólo pueden identificar y detener los comportamientos sospechosos, sino además interpretar y analizar en tiempo real todos los datos proporcionados por los distintos sistemas de seguridad para mejorar la experiencia de compra de sus clientes.