Aunque parezca absurdo, los perros pueden ser un activo importante para los empresarios y sus nuevas empresas. De hecho en varias ocasiones se han organizado jornadas informativas sobre las potencialidades caninas en el mundo empresarial. La buena acogida que ha tenido entre los empresarios esta actividad, se debe al interés potencial que tiene el tema para la totalidad de sectores de actividad y al contenido eminentemente práctico que ha tenido. Y es que, el perro no sólo es el mejor amigo del hombre, también de la empresa.
Hoy os queremos mostrar una selección de empresarios jóvenes que han querido compartir la sabiduría que han recogido de sus peludos amigos:
1. Vive el presente
«Desde Snoopy he aprendido que vivir el presente es el mejor regalo que te puedes dar a ti mismo».
Shama Kabani, The Marketing Zen Group (@Shama)
2. Si no es gratificante, no lo hagas
«Mi perro no va a hacer tareas sin que se le prometa una recompensa, tampoco deberían los empresarios. Zoe se sienta o viene cuando se le llama, pero siempre es porque le gusta el tratamiento o la atención más que la alternativa. Yo también trato de hacer sólo lo que es divertido, gratificante y agradable. La vida es mejor así!»
Alexis Wolfer, TheBeautyBean.com (@AlexisWolfer)
3. Maximiza la diversión.
«Pasar el tiempo con mi Terrier Lulu me recuerda que no hay que tomarse la vida demasiado en serio y que hay que dejar más tiempo para relajarse. Por ejemplo, sin tomarme un respiro yo no puedo pensar en soluciones creativas para algunos de los problemas a los que me enfrento a diario que están relacionados con la programación, gestión de proyectos, etc. En general, he aprendido de ella que hay que maximizar la diversión al máximo. De esta manera, el trabajo funcionará mejor».
Matthew Ackerson, Saber Blast (@saberblast)
4. Nunca dejes de intentarlo
«Mientras crecía tuve tortugas del desierto como mascotas. La más antigua y más grande de las dos aprendió a abrir la puerta de su jaula. En el verano, abría la puerta y se escondía debajo de la cama, un lugar que era mucho más fresco. Bloqueamos la puerta para que no pudiera entrar, sin embargo eso no la detuvo. Ella intentaba cada día abrir la puerta y de cuando en cuando nosotros olvidábamos cerrarla, por lo que ella entraba dentro. La moraleja como emprendedor, es que aunque la puerta esté cerrada, nunca pares de intentar abrirla, porque quizá un día acabes haciéndolo. Tu perseverancia pagará tus dividendos».
Mark Cenicola, BannerView.com (@markcenicola)
5. Busca una caja de resonancia.
«Mi min pin, Frisco, y yo hemos estado «trabajando» juntos durante el último par de años. Trabajar con él me ha enseñado que nuestro propio espacio puede ser nuestro peor enemigo. Lo que resuena como una buena idea en la cabeza puede que no sea una gran idea en la práctica. Para evitar malas ideas, le digo a Frisco lo que estoy pensando. Al hablar de mi idea en voz alta con él, no puedo saber lo que hay que mejorar ni tampoco conseguir la confirmación de mi concepto. Si Frisco fuera un ser humano, estaría muy molesto conmigo. Pero ya que él es un perro, puedo intercambiar ideas con él sin ningún tipo de preocupaciones».
Brett Farmiloe, Markitors (@BrettFarmiloe)
6. No te tomes el trabajo (o la vida) demasiado en serio.
«Adopté un cachorro de un año en mis comienzos, lo que aumentó mi calidad de vida. Verlo jugar me recuerda que tengo que seguir su ejemplo. No te tomes el trabajo o la vida demasiado en serio. A veces, sólo necesitas un descanso. Esta toma de conciencia ha hecho grandes cosas por mi energía y creatividad, y por mi arranque!»
Martina Welke, Zealyst (@zealyst)
