Cada año se publican decenas de libros de gestión empresarial, motivación, coaching o productividad. Pero pocos son tan especiales como «El pequeño libro del talento», de Daniel Coyle.
El pequeño libro del talento se presenta precisamente como un pequeño manual que a través de 52 lecciones, tiene como objetivo ayudarnos a potenciar nuestras habilidades y las de nuestra organización, tanto desde un punto de vista creativo como de organización y gestión.
Como muchos otros libros de este campo, la obra de Coyle afirma que «te cambiará» la vida, pero visto el apoyo que tiene de autores como Tom Peters o Charles Duhigg, parece que al menos tiene las claves para hacernos reflexionar y mostrarnos que hay otra forma de hacer las cosas.
Para escribir este libro, Coyle visitó varios «semilleros de talento» repartidos por todo el mundo, para llegar a la conclusión de que el talento no era algo innato, propio de algunos series humanos extraordinarios, sino que era algo que podía aprenderse. ¿Cómo? Poniéndolo en práctica, o siguiendo la máxima de Aristóteles: «Somos lo que hacemos reiteradamente. Así pues la excelencia no es un acto, sino un hábito».
