El ransomware o secuestro de archivos se ha convertido en una de las peores amenazas a las que pueden enfrentarse usuarios y empresas. De hecho, según el servicio Virus Radar de ESET, durante los últimos 30 días se ha situado como la sexta amenaza más detectada entre los usuarios españoles. Este tipo de infección cifra los archivos del ordenador, de forma que no se pueden recuperar a menos que se pague un rescate por ellos (y aun así, el pago no garantiza su recuperación) o que los usuarios hayan sido previsores y dispongan de copias de seguridad.
Uno de los problemas más frecuentes es que buena parte de las empresas y muchos usuarios no disponen de dichas copias de seguridad o que las que se han realizado no se encuentran actualizadas. En este caso, se ven abocados a la pérdida de sus archivos o a ceder ante el chantaje, que normalmente suele pedir un pago en forma de bitcoins.
A día de hoy existen numerosas familias de ransomware, algunas de ellas tan conocidas como Cryptolocker, Filecoder o Torrentlocker. En las últimas semanas hemos vivido varias campañas de propagación de malware de este tipo que utilizaba a conocidas empresas españolas, como Correos, para engañar a los usuarios haciendo que ejecutaran códigos maliciosos que acababan por cifrar sus archivos.
¿Cómo podemos evitar una infección por ransomware?
La mejor arma de la que disponen los usuarios y empresas frente al ransomware es la prevención, puesto que una vez cifrados los archivos es muy difícil volver a recuperarlos. Por ello, ESET España propone esta serie de consejos:
- Mantener actualizados los sistemas operativos, navegadores y aplicaciones para evitar que el ransomware pueda aprovechar agujeros de seguridad y se distribuya de forma masiva.
- Evitar abrir correos sospechosos no solicitados. Tanto si proceden de usuarios conocidos como desconocidos es recomendable asegurarse de que la persona que ha enviado el correo realmente quería remitir ese fichero adjunto o enlace.
- Tener cuidado con absolutamente todos los archivos adjuntos a un email o descargados desde un enlace, especialmente aquellos que vienen comprimidos en formato zip. Incluso los archivos aparentemente inofensivos, como los documentos de Microsoft Word o Excel, pueden contener un malware, por lo que es mejor ser precavido.
- La mayoría de los clientes de correo electrónico ofrecen la posibilidad de hacer visibles todas las extensiones de los archivos adjuntos recibidos. ESET aconseja habilitar esta función para saber exactamente qué tipo de archivo se nos ha enviado.
- Disponer como mínimo de dos copias de seguridad actualizadas y cada una de ellas alojada en una ubicación diferente a la otra.
- Activar el sistema de restauración de ficheros Shadow Copy de Windows para restaurar los archivos afectados por el ransomware a una versión anterior (en el caso de que estos últimos no se hayan visto afectados)
- Utilizar herramientas especializadas (como Anti Ransom o CryptoPrevent) para recibir alertas en caso de que un ransomware empiece a cifrar archivos, e incluso para evitar el cifrado de cierto tipo de ficheros en ubicaciones determinadas.
Por otro lado también conviene señalar que los smartphones no están al margen de este tipo de infecciones. De hecho, los ciberdelincuentes están dirigiendo sus nuevas creaciones hacia esta plataforma. Desde ESET España se recomienda no bajar la guardia al operar desde estos dispositivos tomando las mismas medidas preventivas.
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