General Motors quiere darle una vuelta a la idea de «coche conectado». La premisa de la que parte es sencilla: si el americano medio pasa una media de dos horas al día tras el volante, ¿de verdad no puede hacer algo más productivo que sólo conducir?
Y desde luego que puede. Podría aprovechar todas esas horas que permanece atascado en un tráfico infernal para por ejemplo, pedir un capuccino en el Starbucks más cercano, reservar una mesa para comer o incluso, previendo que la cosa va a ir para largo, reservar una habitación en un motel que pille de paso.
Para facilitarle la tarea, la compañía acaba de poner en marcha «Marketplace», un catálogo de servicios que serán accesibles desde la pantalla de infoentretenimiento de sus vehículos, con previsión de ir creciendo en sus posibilidades a medida que los automóviles crezcan en sus capacidades como vehículos autónomos.
En su oferta inicial, los automóviles que dispongan de «Marketplace» podrán por ejemplo reservar una mesa para comer en la popular cadena «TGI Fridays», encontrar habitaciones de hotel disponibles a través de «Priceline» o encargar comida para llevar en «Starbucks» y «Dunkin Donuts».
El servicio también incluye la posibilidad de localizar gasolineras Shell y Exxon Mobile, si bien no será hasta una segunda etapa, cuando el dueño del vehículo también podrá pagar por la gasolina desde la misma aplicación.
De momento el servicio sólo estará disponible en algunos modelos y únicamente en Estados Unidos. Sin embargo si el proyecto funciona, es probable que no tardemos demasiado tiempo en ver cómo llega también a Europa.
