El concepto de smartphones plegables que se pueden convertir en tablets ha llamado la atención de una gran cantidad de gigantes del sector tecnológico. Firmas como Microsoft, Samsung y LG ya tienen su cartera numerosas patentes relacionadas con ese diseño, aunque ZTE ha sido más atrevida ya que lanzó recientemente el ZTE Axon M, un terminal que bebe directamente de ese concepto.
La idea de crear smartphones plegables que se puedan convertir en tablets de una manera sencilla resulta interesante tanto para el mercado de consumo general como para el profesional, y la razón es muy sencilla; permitiría unir las funciones de ambos en un único dispositivo.
Por ejemplo para un autónomo que necesita estar en movimiento de forma constante la posibilidad de llevar consigo un smartphone que pueda convertirse en tablet y que le permita trabajar directamente con un lápiz óptico puede facilitarle enormemente su día a día, sobre todo si este dispositivo le ofrece una buena integración con las principales aplicaciones que utiliza.
Ese sencillo ejemplo nos basta para entender que Microsoft haya prestado tanta atención a este formato como posible solución para el desarrollo de un nuevo dispositivo móvil, y que otros fabricantes y vendedores no hayan querido pasar por alto este tipo de diseños.
Sin embargo de momento sólo ZTE se ha atrevido a poner en el mercado un terminal plegable con doble pantalla y el resultado no ha sido todo lo bueno que cabría esperar, debido a sus carencias a nivel de hardware y a una integración de software que sin duda deja mucho que desear.
Esas son las dos claves que deben mejorar los grandes del sector para poner en el mercado un smartphone convertible en tablet que realmente tenga posibilidades de atraer la atención del consumidor, y que sea viable en un entorno doméstico como profesional.
