Amazon, siempre Amazon. El gigante del retail anuncia en Estados Unidos el lanzamiento de Amazon Prime Wardrobe, un nuevo servicio que permitirá a sus usuarios el poder probarse la ropa sin coste alguno antes de comprarla. La compañía de Jeff Bezos consigue así un auténtico golpe de efecto en el sector de la moda, a la vez que se enfrenta a un gigantesco reto logístico, si tenemos en cuenta el tamaño de la compañía.
Los clientes que quieran probar el nuevo servicio, deberán añadir a su carrito de la compra un mínimo de tres prendas. A partir de ese momento, cuando el paquete es entregado, tendrán siete días para determinar si se quedan con la ropa que han escogido o devuelven alguna prenda. Una vez transcurrido ese tiempo, la compañía cargará al cliente únicamente con el precio de las prendas que se haya quedado.
El envío de Amazon llega con una etiqueta prepagada para la devolución y el paquete con las prendas que no se deseen deberá ser depositado en las oficinas de UPS para su devolución.
El nuevo movimiento de Amazon en el sector textil complementa a otros lanzamientos que ha compañía ha hecho en el último año, como «Find» (su propia marca de ropa) Iris&Lilly (su marca de lencería) o Truth&Fable (su marca de trajes y vestidos elegantes). Además hace unas semanas también anunció el lanzamiento en Europa de Meraki, una línea de moda low-cost con la que espera competir contra marcas como H&M o Primark.
Amazon Wardrobe sin embargo supone todo un torpedo en la línea de flotación de muchas startups del sector de la moda que habían hecho de ese probar antes de pagar, su factor diferencial.
