La startup Komvida, oriunda de la localidad pacense de Fregenal de la Sierra, donde tiene su sede, ha alcanzado los mil puntos de venta entre España y Portugal. Su propuesta, una bebida a base de té fermentado que se caracteriza por ser “la bebida de los samuráis”.
Los guerreros japoneses tomaban este “té especial”, llamado kombucha, antes de la batalla para obtener energía y, ahora, se ha convertido en el proyecto que vio la luz en marzo de 2017 de dos jóvenes emprendedoras extremeñas,:Beatriz Magro y Nuria Morales, ha explicado Magro a EFE.
En dos años, la compañía emergente ha conseguido hacerse un hueco en el mercado de la kombucha a través del canal especializado, en El Corte Inglés y Starbucks, y de cadenas hoteleras como Meliá e IberoStar, además de aumentar una plantilla de tres personas a contar con 17 trabajadores, de los que 15 son mujeres.
De hecho, el año pasado Komvida ganó el ‘Premio Joven Empresario Junior’ 2018 de la Asociación de Jóvenes Emprendedores y Empresarios (AJE) de Extremadura, por crear más de una docena de puestos de trabajo con un producto “único” y “referente” en el mercado de las bebidas saludables.
Asimismo, el pasado noviembre recibió el galardón a la “Mujer Emprendedora” en la octava edición de los Premios Empresarios de Badajoz.
Una bebida 100% natural y apta para diabéticos
Se trata de un producto que se caracteriza por ser una bebida probiótica “100% natural” y cuyo método de elaboración es el resultado de una simbiosis entre cuatro ingredientes: té verde, azúcar, agua y la colonia de microorganismos llamada Scoby.
Magro ha resaltado además que se trata de una bebida apta también para diabéticos, dado que el azúcar empleado en su preparación es residual, no supera los dos gramos y durante el proceso de fermentación se consume “casi por completo”, por lo que no lleva azúcar añadido a diferencia de lo que ocurre con los refrescos carbonatados.
La startup busca diferenciarse de otras marcas por su variedad, a través de una oferta de cinco sabores: ‘BerryVida’, ‘GreenVida’, ‘GingerVida’, ‘Zanahoria y Cúrcuma’, y, por último, ‘Manzana, Canela y Vainilla’, lanzado este verano como el sabor “más exótico” de Komvida que combina la salud de la manzana, el “misterio” de la canela y los aromas de la vainilla.
Uno de sus productos con “mayor éxito” en las ventas es BerryVida, que junto con GreenVida son los sabores originales que la marca comenzó a distribuir y que “suele gustar a todo el mundo que lo prueba” por la familiaridad en el sabor de la fresa y del té verde.
A pesar de ser “incipiente” en nuestro país, en Estados Unidos (EE.UU), ha asegurado la joven extremeña, la kombucha ha llegado a facturar 800 millones de dólares (703 millones de euros) en 2017, lo que refuerza su teoría de que antes o después “habrá un boom” en el volumen de negocio en España de la misma forma que ha sucedido en Norteamérica.
Un viaje que termina en idea de negocio
La idea de emprender dentro del negocio de la kombucha surge a principios de 2016, cuando Magro viaja a California (EE.UU) y prueba por primera vez esta bebida de la que nunca antes había oído hablar, pero con la que “rápidamente” se siente identificada.
“Me enganché a ella. Y siempre digo que el maestro llega cuando el alumno está preparado. Está totalmente alineado con lo que yo soy. Nuria, mi mejor amiga y yo comenzamos a probar todas las marcas que encontrábamos por San Diego (California) e incluso visitamos una fábrica para aprender a hacerla”, ha reconocido.
Ahora, Komvida tiene su propia fábrica en el municipio pacense de Fregenal de la Sierra situado a 30 kilómetros de Portugal y del que son originarias sus cofundadoras, y una oficina en la capital madrileña dedicada al área de ventas y marketing, además de un “amplio” servicio de reparto a domicilio a cualquier punto de España y Portugal.
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