Microsoft ha confirmado que Windows 10 empezará a reservar 7 GB de espacio en disco a partir de la próxima gran actualización semestral, conocida a nivel interno como build 1903 y a nivel popular como April 2018 Update.
Esto quiere decir que Windows 10 consumirá de forma permanente 7 GB adicionales de espacio libre, ¿pero con qué objetivo? Es una buena pregunta, y la respuesta nos la ha dado Jesse Rajwan, de Microsoft, quien ha explicado que ese espacio reservado servirá principalmente para que las actualizaciones tengan menos probabilidades de dar problemas.
En esos 7 GB de espacio reservado se producirá la descarga e instalación de las actualizaciones de una manera más segura y menos «agresiva» para el sistema, lo que permitirá reducir las interacciones con los datos del equipo y el riesgo de que se produzcan fallos graves.
Por otro lado Microsoft ha explicado que también podrán utilizar ese espacio concreto para determinadas aplicaciones y para mejorar el rendimiento y el funcionamiento del sistema en casos concretos. La idea clave que nos deja el gigante de Redmond en este sentido es que al contar con esos 7 GB se evitan situaciones en las que la falta de espacio en un equipo puede afectar al correcto funcionamiento del mismo, al adecuado despliegue e instalación de las actualizaciones y que incluso pueda provocar fallos o llevar al sistema a incurrir en un funcionamiento errático.
Aunque de momento se limitará el espacio a 7 GB, y todo apunta a que podremos reducirlo ligeramente a través de varias opciones de configuración, Microsoft ha dado a entender que esa cifra podría incrementarse de forma considerable en futuras actualizaciones.
Para la mayoría de los usuarios no supondrá un problema, pero aquellos equipos que cuenten con unidades de almacenamiento de pequeño tamaño (unidades SSD de 60 GB por ejemplo) podrían acabar teniendo problemas por la falta de espacio libre.
