Robert Swan ha ocupado durante siete meses el cargo de CEO de Intel, pero a modo de interino. Esto quiere decir que el directivo fue elegido para cubrir dicho cargo de forma temporal tras la dimisión de Brian Krzanich.
Había una gran incertidumbre sobre quién podría acabar siendo elegido como CEO de Intel, y es comprensible. El gigante de Santa Clara estuvo indecisa durante más de medio año, pero al final ha tomado una decisión que, ciertamente, no ha dejado indiferente a nadie.
Robert Swan ha sido elegido CEO de Intel, un cargo que ocupará de forma definitiva tras haber conseguido el voto positivo del Consejo de Administración de la compañía, una noticia que ha cogido por sorpresa a unos y que, sin embargo, ha dejado indiferentes a otros.
Es una dualidad fácil de entender. Por un lado sonaban campanas que apuntaban al posible fichaje de ejecutivos de alto rango de otras compañías para cubrir el cargo de CEO de Intel (se llegó a hablar incluso de Lisa Su), y por otro lado también había corrientes que sostenían la posibilidad de que Robert Swan se quedara definitivamente en el cargo.
Al final los buenos resultados que ha logrado la compañía con Swan al frente y el 2018 de récord que ha cerrado Intel ha terminado de convencer al Consejo de Administración para nombrar a Robert Swan como CEO del gigante del chip.
¿Y qué dicen los inversores?
Es una buena pregunta. En general la respuesta ha sido de cierta incertidumbre, lo que generó en un primer momento una caída del valor de las acciones de la compañía que rondó el 2,8%.
Sin embargo, durante las últimas horas sus acciones han experimentado un pequeño crecimiento y se han mantenido en una situación estable, con pequeñas caídas y subidas de varios centavos de dólar.
Robert Swan enfrenta un desafío importante, capitanear a uno de los mayores gigantes tecnológicos del mundo y llevar a buen puerto todos los proyectos que la compañía tiene abiertos en el sector CPU (SunnyCove es uno de los más importantes), GPU y también en el sector móvil (módems 5G).