El caso de Huawei es, sin duda, uno de los más interesantes del sector smartphone. La compañía china tuvo unos comienzos bastante «humildes» en dicho mercado, una realidad que recuerdo a la perfección como consumidor.
Hace cosa de siete u ocho años tener un smartphone Huawei no era algo común, pero con el paso de los años la compañía china supo jugar muy bien sus cartas para convertirse en el gigante que es hoy. No estamos exagerando, solo hay que echar un vistazo a los números.
En 2018 Huawei cerró con un total de 202,9 millones de smartphones vendidos en todo el mundo, un resultado excelente que la deja muy cerca de Apple, ya que la compañía de la manzana mordida alcanzó los 209 millones de smartphones vendidos en el mismo periodo.
La diferencia es mínima, pero debemos tener claro un dato importante, y es que Huawei ha logrado romper la barrera de los 200 millones de smartphones vendidos a pesar de sufrir un claro boicot por parte de Estados Unidos, un país que, como ya nos han contado nuestros compañeros de MuyComputer Pro, está haciendo «campaña» contra la compañía china.
Si hacemos una división por países nos damos cuenta de que en el mercado español Huawei ha logrado convertirse en el líder indiscutible, y en Europa ha conseguido mejorar sus ventas en un 200%. Todos estos datos confirman, en conjunto, que la compañía china vive un momento dorado.
Ese gran éxito ha sido posible gracias a la apuesta de la compañía por ofrecer terminales con un buen valor calidad-precio, tanto en la gama media como en la gama alta. La serie Huawei P20 y P20 Pro ha tenido una excelente acogida, y lo mismo ha ocurrido con la línea Huawei Mate 20 y Mate 20 Pro, lanzados en la segunda mitad del pasado año. Según los datos oficiales que ha ofrecido la compañía china estos últimos han superado los 10 millones de unidades vendidas.
La estrategia de Huawei sigue funcionando a toda máquina, tanto que analistas y expertos están convencidos de que acabará volviendo a superar a Apple en ventas a nivel internacional. Viendo los resultados de 2018 está claro que no es una predicción atrevida, sino una «apuesta» con mucho sentido.
