No hace ni un mes que el Gobierno decretó el confinamiento y cierre de cientos de miles de comercios y millones de autónomos han visto cómo su actividad se ha frenado en seco.
En este tiempo, son muchos los autónomos que me han trasladado que quieren poner orden a sus finanzas. Siempre les doy una serie de ideas de partida que creo que pueden ayudar a cualquiera. Son una base, pero quiero compartirlo en este artículo por si puedo ayudar a más personas.
Vamos a ver cinco ideas que sirven, sobre todo, a esos profesionales independientes, también llamados freelance, que no tienen una gran estructura de costes y su facturación es más o menos recurrente.
Primera idea
Si aún no lo has hecho, abre dos cuentas bancarias. Una para tu actividad y otra para las finanzas personales. Pagar en la misma cuenta la cuota de autónomo y la tarjeta de El Corte Inglés es el primer síntoma de descontrol financiero. No es negociable, sepáralo y seguimos avanzando.
Segunda idea
Calcula un sueldo en base a tus rendimientos y vive de él. Lo que genera la actividad es de la actividad. No vale echar mano de la cuenta del negocio según tus necesidades, esto te genera estrés innecesario. Además, tener un sueldo te permite darte caprichos sin tener la sensación de que se lo estás robando al negocio.
¿Cómo calcular tu sueldo? Hay muchos tipos de profesionales independientes, por lo que, es difícil determinar un criterio. Puedes comentarlo con tu gestoría, seguramente te ayuden en este sentido. Te ofrezco dos ideas, por si te encaja.
- Regla del tercio. Hay muchos negocios unipersonales donde pagarte un tercio de tu facturación está muy equilibrado.
- Regla de Pareto. 80/20. Si la regla del tercio no te cuadra porque tu facturación es muy alta y los costes también, fíjate en el beneficio en vez de la facturación. Depende del momento de madurez de tu empresa querrás reinvertir en ella para hacerla crecer. Entonces, te propongo que reinviertas el 80% del beneficio y el 20% restante sea tu sueldo. Pero hazlo estable.
Tercera idea
Haz un presupuesto familiar (el empresarial también es importante pero no lo vemos aquí). El presupuesto es un ejercicio relativamente sencillo y te puedo asegurar que es fundamental.
Ya hemos establecido los ingresos a través de una “nómina”, ahora toca ser conscientes y clasificar los gastos. Vamos a hablar de tres grupos de gastos:
- Fijos. Vivienda (hipoteca o alquiler), impuestos (contribución, basura), luz, agua teléfono, seguros, etc.
- Variables necesarios. Ropa, alimentación, gasolina, etc.
- Supérfluos. Ocio, fundamentalmente.
Cuarta idea
Una vez que tienes el control de tus finanzas, debes establecer un ahorro. Destina al menos 10% de tu “nómina” a crear un fondo de emergencia. Debes imponértelo como si de una letra más se tratara, para que sea efectivo. Si lo dejas para cuando te sobre algo a final de mes, ya te digo que no lo conseguirás.
Quinta idea
Endéudate solo si es para ganar dinero, es decir, si vas a sacar rendimiento a esa deuda. Esto se denomina deuda buena. Si tu actividad necesita invertir para progresar, entonces, endéudate pero olvídate de pedir préstamos para comprar caprichos o pequeños lujos. Eso te hace más pobre. 
Mención especial a todas esas tarjetas de crédito que usas sin ton ni son con pagos aplazados y unos nutridos intereses.
Espero que estas cinco ideas pongan orden en tus finanzas y empieces a sentir que el orden te da paz y tranquilidad.
Javier Zábal Amaya, experto en finanzas personales.
