El teletrabajo es una de las consecuencias del coronavirus que tiene más adeptos que detractores, y es protagonista del debate que se está librando, desde hace meses, en el ámbito laboral. Parece que muchas empresas están pensando en dejarlo de forma indefinida para algunos de sus trabajadores, y esta decisión podría tener repercusión en otros aspectos alejados del negocio. Por ejemplo, muchos teletrabajadores están optando por dejar la ciudad y marcharse a zonas rurales.
EnGenius Networks ha hecho una selección de pueblos españoles poco conocidos y que disfrutan de wifi gratuito en los lugares públicos a través del programa financiado por la Unión Europea, wifi4eu, lo que nos va a permitir cambiar por unos días nuestra “nueva oficina” a la vez que descubrimos lugares únicos de la geografía española.
Garganta la Olla (Cáceres)
Para los que suspiran por teletrabajar desde el pueblo y abrazar la “slow-life”, pero no tienen pueblo al que escaparse una gran opción es este municipio cacereño declarado Conjunto Histórico-Artístico.
La mejor forma de conocer su patrimonio es paseando por sus calles. Unas calles que parecen haberse detenido en el tiempo y en donde se puede visitar, entre otras cosas, su iglesia parroquial y su órgano barroco completamente restaurado o la ermita del Santísimo Cristo del Humilladero con un altar de azulejos talaveranos.
Imprescindibles son la visita al barrio de la Huerta donde nos perderemos en cada uno de sus rincones y acercarnos a la Casa de muñecas, que antaño albergaba un prostíbulo utilizado por el séquito del emperador Carlos V y que aún conserva su característica fachada azul (con la que se definía cuál era su finalidad) y el relieve en piedra de la “muñeca.
Proaza (Asturias)
Enclavado en plena Senda del Oso, este concejo asturiano permite disfrutar de vestigios medievales como Banduxu – uno de los pocos pueblos medievales conservados en Asturias – y la Torre de Proaza, Palacio de los González Tuñón en Proaza, el río Trubia y la riqueza gastronomía propia de la zona.
Su ubicación estratégica hizo que en la Edad Media fuese un punto clave en la comunicación de Asturias con la Meseta. De aquella etapa épica conserva Proaza abundantes y llamativos vestigios como la Torre medieval.
Proaza es un terreno perfecto para los amantes del senderismo y la naturaleza. Y es que el río Trubia y los verdes paisajes que la componen hacen que sea un destino soñado tanto para los senderistas como ciclistas que recorren la Senda del Oso, uno de los itinerarios verdes y ecológicos más destacados de España y que transcurre por el corazón del pueblo, en cuya capital también está la Casa del Oso.
Todo esto, unido a la cobertura wifi gratuita ofrecida por el ayuntamiento convierte a Proaza en un paraíso para el teletrabajo.
Cascante (Navarra)
Cascante, es una de las poblaciones más antiguas de la Ribera de Navarra. Bañada por varias culturas, como los celtíberos y los romanos. El paso de estas culturas ha dejado un rico patrimonio histórico y arqueológico que ha sido motivo de estudio por diferentes arqueólogos y que han servido para interpretar con mayor fidelidad la historia de esta localidad.
Entre sus joyas arquitectónicas se encuentran la Basílica del Romero, una iglesia barroca cuya construcción está datada en el siglo XVII y construida sobre los cimientos de una antigua iglesia del siglo XII, que quedó devastada por un incendio; sin olvidarnos del Parque del Romero, un paraje inmejorable para sentarse a leer o pasear. Además, ofrece unas vistas inmejorables desde donde se puede divisar todo el valle del Queiles y el Moncayo. Sin duda, un lugar idílico donde poder sentarse y teletrabajar saliendo de la rutina de los últimos meses.
Además, Cascante, como buen pueblo navarro, destaca por su oferta gastronómica. Sin olvidarnos de sus termas en forma de Spa, como no puede faltar en una localidad de origen romano.
Cuevas de San Marcos (Málaga)
Este municipio malagueño es perfecto para los que además de querer cambiar de “oficina” quieran hacerlo en un lugar donde disfrutar de actividades al aire libre y una visita al pasado más lejano.
La primera visita obligada será al entorno de la Cueva de Belda. Ahí se encontraron restos importantes del periodo Cuaternario como por ejemplo, hachas de sílex, puntas de lanzas y otros utensilios de piedra, así como restos humanos fosilizados en el interior o escaleras excavadas en la piedra. Ahí existe un menhir en el lugar conocido por Las Cruces, al que se le da el nombre de Niño de Piedra.
Para los que necesitan actividad, Cuevas de San Marcos cuenta con numerosas rutas ciclistas y de senderismo como la subida al punto geodésico y sus impresionantes vistas con más de 600 metros de desnivel o su pequeña via ferrata. También se puede disfrutar del rafting y el piragüismo en el rio Genil (el denominado “Sella del Sur de España”) o de bonitas rutas a caballo.
Benavente (Zamora)
Junto a Zamora y Toro, Benavente forma el tridente de las ciudades más importantes de la provincia de Zamora. Su posición geográfica ha convertido históricamente a Benavente en un importante cruce de caminos y un punto clave para los peregrinos que realizan el Camino de Santiago, pues allí confluyen el Camino del Sureste y el del Centro en la vía a Santiago de Compostela
El nombre de este pueblo es familiar para la mayoría, aunque son pocos los que conocen su riqueza arquitectónica comparable a otras grandes ciudades monumentales donde destaca el Parador Nacional, ubicado en la Torre del Caracol, la cual formaba parte del antiguo castillo del siglo XVI.
Sin embargo, existen otros edificios de gran trascendencia, como la Iglesia de Santa María del Azogue, de estilo románico, la Iglesia de San Juan del Mercado, de los siglos XII y XIII, y el Hospital de la Piedad, el cual se fundó con el propósito de servir de albergue a los peregrinos en su camino hacia Santiago de Compostela.
También es imprescindible la visita al palacete Casa de Solita y a sus numerosos parques, jardines y miradores.
