Windows 10X es el nombre que recibe la versión del conocido sistema operativo de Microsoft que estará pensada, como sabrán muchos de nuestros lectores, para ser utilizada en portátiles ultraligeros de pequeño tamaño, equipos con doble pantalla y sistemas con pantalla flexible. Su enfoque es, por tanto, eminentemente móvil.
Durante las últimas semanas hemos ido conociendo algunas de sus claves más importantes. Sabemos, por ejemplo, que Windows 10X tiene algunos problemas para ofrecer un buen rendimiento con aplicaciones Win32, debido a la estructura de contenedores individualizados que utiliza, pero Microsoft ha confirmado que es consciente de ello, y que está trabajando para mejorar esta situación.
Ese enfoque tiene, sin embargo, ventajas importantes en materia de seguridad, ya que al aislar las aplicaciones en contenedores se reducen enormemente las posibilidades de sufrir una infección por malware. Y hablando de seguridad, gracias a una reciente filtración hemos descubierto que Windows 10X vendrá con una nueva función que ofrecerá protección antirrobo.
Dicha función se podrá activar y desactivar a voluntad, y funcionará de una manera muy sencilla: pedirá el PIN o la contraseña de la cuenta de Microsoft vinculada al equipo cuando queramos restablecerlo (resetearlo). Así, si nos roban el equipo e intentan resetearlo para empezar a utilizarlo desde cero con su propia configuración, no podrán. No es un sistema perfecto, pero limita enormemente las posibilidades de disfrute de equipos robados, y la reventa de los mismos.
Una función muy útil, y muy interesante, ya que añade una capa de protección adicional a los dispositivos basados en Windows 10X que serán, como anticipamos, soluciones móviles con nuevos diseños, muy ligeros y muy compactos. Personalmente, creo que no estaría nada mal extender esta función a la versión tradicional de Windows 10.