Como consecuencia de la situación derivada de la pandemia de la Covid-19, la actividad docente ha sufrido cambios considerables en su forma de actuar, cobrando gran importancia los procesos de digitalización. En su punto máximo, los cierres de los centros escolares afectaron a más de 1,5 millones de estudiantes en todo el mundo, teniendo que adaptarse los métodos a las nuevas circunstancias.
La educación a distancia y los nuevos planes de estudio han abierto las redes escolares a un mayor número aplicaciones basadas en la nube y dispositivos móviles conectados, además de mayor necesidad de ancho de banda, que crece a un ritmo exponencial.
Este aumento de la digitalización y del universo online, junto con el aumento exponencial del número de puntos finales conectados, incluidos los dispositivos IoT, han creado una explosión sin precedentes de puntos de exposición, convirtiéndose las escuelas en uno de los principales objetivos de los ciberdelincuentes.
A esto hay que añadir datos tan relevantes como los siguientes:
- El 63% de las escuelas no revisan los permisos de forma regular
- El 22% de las escuelas no sabe cómo se otorgan los derechos de acceso
- El 24% admitió otorgar derechos de acceso directo a toda solicitud
- Solo el 18% tiene un profesional de ciberseguridad dedicado a tiempo completo en el personal
Principales retos
Según un estudio de SonicWall no sólo preocupan los ataques avanzados como el ransomware, muchos de los cuales se ejecutan de forma ofuscada y con un nivel cada vez mayor de sofisticación y malignidad, también preocupa la protección frente a situaciones como el ciberbullying, el sexting, o el grooming.
Además, existen tres importantes amenazas a evitar:
- Divulgación no autorizada / robos de registros de estudiantes
- Infracciones y ciberataques que afectan a las operaciones / datos de los estudiantes
- Phishing
Con este panorama la ciberseguridad se ha convertido en la prioridad nº 1 de los centros educativos así como el cumplimiento normativo para regulaciones específicas en el sector de educación, cómo “Culpa in vigilando”, PCI – DSS, etc.
Además, las redes escolares necesitan continuidad tanto de negocio como académica para asegurar el flujo continuo de información y de servicios que proporcionan a través de su red. “La tecnología está transformando la actual experiencia de aprendizaje. Los educadores tienen cada vez más herramientas para mejorar y transformar la enseñanza. Los administradores IT necesitan formas cada vez más eficaces de optimizar su trabajo y de incrementar el nivel de seguridad” afirma Sergio Martínez, country manager de Sonicwall para Iberia.
La tecnología como garantía de un entorno seguro
Las redes escolares actuales apoyan a diversos grupos de usuarios, desde estudiantes y profesores, hasta el personal administrativo. Cada uno puede requerir acceso a subredes únicas o entornos de nube. Por tanto, la seguridad debe operar en varias redes segmentadas, nubes o definiciones de servicios, cada uno de ellos con plantillas únicas y grupos de dispositivos a menudo diferentes.
Además, dicha diversidad de redes puede incluir un legado inherente de soluciones de seguridad de red de múltiples proveedores. Los administradores de TI no quieren gestionar firewalls separados para cada una de estas redes o definiciones de servicios. Además, a menudo necesitan reparar múltiples grupos de usuarios, cada uno de los cuales con configuraciones únicas.
Para satisfacer estas necesidades, los responsables de TI necesitan firewalls de próxima generación altamente fiables que no solo puedan escalar para admitir una gran cantidad de dispositivos y conexiones cifradas simultáneamente, sino que también sea capaces de escanear amenazas sin comprometer su rendimiento.