El desarrollo del software de gestión, durante los últimos años, ha estado marcado por el impulso de la Administración Pública, que ha dinamizado cambios para mejorar y agilizar su relación con las empresas y los ciudadanos, fomentando la actividad telemática para la gestión de diferentes trámites y la lucha contra el fraude fiscal.
Esta evolución ha tenido efectos a tres niveles: el cambio legislativo y su relación con los contribuyentes, la adaptación del software de gestión a estas nuevas normativas y la implicación de las empresas de forma más directa en sus obligaciones fiscales.
La evolución normativa, acompañada de una evolución tecnológica, ha favorecido la presentación de las obligaciones fiscales de forma más automatizada, lo que ha provocado un mayor control tributario por parte de la Administración.
Así, los modelos de presentación ante los organismos públicos han ido evolucionado durante los últimos 15 años: de formatos preimpresos con impresoras matriciales sin control ni vinculación tecnológica entre ellas o con la propia Administración, pasando por módulos de impresión en papel en blanco, cumplimentación de PDF e impresión desde la página web institucional… hasta llegar a la actualidad, con modelos puramente telemáticos en los que la conexión entre el software del contribuyente y la Administración es directa.
En este escenario, la adaptación de las herramientas de software a la nueva realidad normativa se ha hecho imprescindible, principalmente en el ámbito fiscal-contable, en que los cambios impactan y alteran de forma muy significativa a empresas y despachos profesionales.
La necesidad de adaptación de las soluciones de software y el cambio en la relación entre Administración y contribuyente se puso de manifiesto con las novedades más disruptivas en materia normativa. Estas empezaron a producirse en 2017, con la comunicación en tiempo real de los datos fiscales de IVA de algunas empresas a través del Suministro Inmediato de Información (SII).
Más recientemente, el sistema TicketBAI en el País Vasco supone un nuevo paso en esta misma línea. Además, está previsto que este modelo evolucione y se amplíe a todo el territorio español (salvando las diferencias) con el Reglamento de la Ley Antifraude. Tampoco podemos perder de vista otras normativas mercantiles que deben convivir con la legislación fiscal y que incrementan la complejidad a la que se enfrentan las empresas, ante su cumplimiento legal.
Por último, esta evolución normativa y tecnológica tiene un efecto directo sobre la empresa, que pasa a tener una vinculación mayor con sus obligaciones fiscales. En los últimos años, hemos pasado de un modelo en el que la empresa envía la información fiscal al final del periodo (ya sea directamente o a través de un asesor) a otro en el que debe comunicar sus operaciones mercantiles en el mismo momento en que se producen.
Todos estos cambios se han ido produciendo de forma progresiva –han pasado más de 15 años desde el modelo preimpreso–; la Administración, el software y las empresas tienen que ir adaptándose paulatinamente para llegar a un modelo más eficiente y productivo. Pero ahora estamos en un periodo de la historia en que la aceleración tecnológica se está produciendo de forma imparable y a un ritmo que hace que los cambios sean más rápidos y exigentes en tiempo y forma.
En este contexto, las empresas deben estar preparadas, y las herramientas de software se convierten en las mejores aliadas para ayudarles en la gestión de su negocio con la garantía de cumplir con la normativa y los nuevos requerimientos de la Administración pública.
Èlia Urgell, Senior Product Manager de Fiscalidad, Contabilidad y Facturación en Wolters Kluwer Tax & Accounting España para la Guía Easy&Smart 2023.
