En un escenario empresarial cada vez más exigente, donde la presión por acertar se multiplica y la incertidumbre se cronifica, el miedo se ha convertido en un factor tan determinante como invisible. Aunque condiciona muchas decisiones clave, rara vez se verbaliza. Mostrar dudas o inseguridad sigue considerándose un riesgo reputacional, especialmente en puestos de liderazgo. Sin embargo, entender ese miedo, darle espacio y herramientas para gestionarlo, es esencial para tomar decisiones con claridad y sostener un proyecto empresarial a largo plazo.
Con esta premisa, la consultora RSM ha lanzado la II fase de su estudio sobre el impacto del miedo, esta vez con foco en los empresarios. El proyecto combina análisis cuantitativo, neurociencia y tecnología inmersiva para investigar cómo se vive el miedo desde la perspectiva de quienes lideran. Montserrat Figueras (Sita Murt), Javier Quintana (Smileat) y Hugo Bertrand (Chic&Basic) han participado en un experimento de realidad virtual desarrollado por la neurocientífica Ana Ibáñez, en el que se enfrentaron a situaciones de miedo físico extremo, como caminar sobre una cornisa o saltar al vacío, mientras analizaban sus reacciones y las conectaban con decisiones vividas en su trayectoria profesional.
Estudio sobre los miedos de los empresarios
El estudio revela que los empresarios españoles conviven con una variedad de miedos que influyen directamente en su capacidad de liderar. El 75 % identifica la incertidumbre económica como su principal preocupación, seguida por el avance de la inteligencia artificial (67 %), la fuga de talento (65 %) y la posibilidad de no poder asumir la carga de trabajo (64 %). A ello se suman temores relacionados con la gestión de equipos, como delegar funciones, contratar perfiles inadecuados o enfrentarse al crecimiento de la competencia.
Más allá de lo operativo, muchos reconocen un miedo persistente a fallar, decepcionar o tomar decisiones con consecuencias legales o fiscales. Miedos que rara vez se expresan, pero que marcan silenciosamente el rumbo de muchas organizaciones.
Experimento que mide los miedos de los empresarios
Esta segunda fase del proyecto incorpora una dimensión cualitativa inédita. Bajo la supervisión de la neurocientífica Ana Ibáñez, tres empresarios participaron en una experiencia de realidad virtual diseñada para activar respuestas emocionales ante situaciones de riesgo físico. A través del análisis neurofisiológico y su posterior reflexión, se constató que las emociones experimentadas en esos escenarios extremos eran comparables a las vividas en momentos clave de su vida profesional: emprender, asumir decisiones estratégicas o gestionar crisis. La investigación ofrece una mirada nueva sobre el vínculo entre emoción y liderazgo, y permite comprender el miedo no como un síntoma de fragilidad, sino como un indicador clave de responsabilidad y tensión acumulada.
Muchos directivos no acuden a RSM con una demanda concreta, sino con una preocupación difícil de definir. No siempre se trata de una cuestión contable o fiscal: a menudo es una sensación de bloqueo, una duda persistente o una inquietud que afecta a su forma de liderar. A través del análisis, la escucha y la organización de la información, RSM les ayuda a identificar el origen de ese malestar y transformarlo en una estrategia clara. Como en un proceso terapéutico, exponer lo que preocupa es el primer paso; entenderlo y actuar sobre ello, el siguiente.
El miedo no es un fenómeno individual. Atraviesa estructuras completas, desde los fundadores hasta los equipos operativos. Sin embargo, pocas veces se nombra. Con “R Sin Miedo”, RSM plantea abrir esa conversación, legitimar el malestar, ofrecer datos, herramientas y espacios. Nombrar el miedo es el primer paso para gestionarlo. Y gestionarlo bien no solo mejora el liderazgo: mejora el negocio.
