La escena es habitual. Nos encontramos en pleno aeropuerto, nos hemos quedado sin batería y comenzamos a «otear» el horizonte en busca de un punto en el que poder recargar nuestro teléfono. Empezamos a mirar cerca de las máquinas de bebidas, en restaurantes de comida rápida o incluso nos preguntamos si habrá algún punto de carga rápida, aunque tengamos que pagar.
Para ayudar a los viajeros, los responsables del aeropuerto de Schipol (Amsterdam) han decidido que sería una buena idea disponer de estaciones de recarga para que nadie se quedase sin la energía que tanto necesita para sus dispositivos. Y hasta aquí todo normal. La novedad es que estas originales estaciones de recarga exigen algo a cambio y no es dinero.
Los esforzados viajeros que quieran recargar su teléfono tendrán que ponerse a pedalear, para de esta forma generar su propia energía. La estaciones, desarrolladas por la startup belga WeWatt permiten conectar nuestro dispositivos a diferentes tipos de adaptadores (micro USB, Lightning, etc.) que a su vez se conectan a una batería que se alimenta con la energía que genera una dínamo gracias a nuestro pedaleo.
El funcionamiento del invento os lo mostramos en el vídeo que ilustra la noticia. Aunque el audio está en neerlandés, una imagen basta para hacernos una idea. ¡A pedalear!